El reflujo es un trastorno en el que la orina retrocede (refluye) desde la vejiga hasta el riñón. La cantidad de reflujo puede ser grande o pequeña.
¿Qué causa el reflujo?
En el tracto urinario humano hay una válvula donde la vejiga se une al tubo de orina, o uréter, que viene del riñón. Algunos niños nacen con una válvula problemática que no se cierra correctamente, por lo que la orina refluye hacia el riñón. Otros problemas, denominados trastornos miccionales, causan problemas para controlar la salida de la orina y también pueden provocar el reflujo. Algunos de estos problemas desaparecen a medida que el niño crece.
¿Cómo se diagnostica el reflujo? Hay señales que alerten a los padres del problema?
Por lo general, el reflujo se detecta cuando se lleva al niño al médico después de una infección del tracto urinario. Aproximadamente el 50 por ciento de los bebés y el 30 por ciento de los niños mayores con infecciones tendrán reflujo. El reflujo de la orina hacia el riñón puede hacer que una infección urinaria se extienda al riñón, lo que puede hacer que su hijo se ponga muy enfermo y puede provocar daños en el riñón. Puede notar que su hijo:
- va al baño con más frecuencia
- dice: «Me arde» o «Me duele» al orinar
- dice: «Me duele el estómago»
- tiene fiebre.
Lleve a su hijo al médico, que le hará un cultivo de orina si sospecha que hay una infección.
¿Cómo se trata el reflujo?
El reflujo puede corregirse mediante cirugía. Sin embargo, la mayoría de los niños mejoran a medida que crecen. Por lo tanto, su hijo puede ser tratado con antibióticos para prevenir la infección. Sólo uno de cada diez niños contraerá una infección al tomar antibióticos.
A veces es difícil decidir qué es lo mejor para su hijo. Si su médico le sugiere una intervención quirúrgica, puede pedir una segunda opinión a un urólogo pediátrico, especializado en afecciones de reflujo en niños. La mayoría de los hospitales infantiles estadounidenses cuentan con uno de estos médicos en su plantilla.
El médico debe evaluar otras posibles causas del reflujo, como los trastornos miccionales, que suelen provocar una pérdida de control de la vejiga. Algunos hospitales infantiles cuentan con programas de formación para ayudar a los niños a desarrollar un mejor control de la micción.
¿Los niños con reflujo suelen tener problemas graves más adelante?
Una vez corregida la condición de reflujo, es muy raro que un niño vuelva a contraerlo. Sin embargo, si los riñones se han dañado, la hipertensión puede aparecer más adelante. El riesgo de padecer hipertensión es de un 10% si se ha dañado un riñón y de un 20% si se han dañado los dos. La mayoría de los niños no sufren daños renales graves por el reflujo, pero algunos sí. Un pequeño número llegará a tener insuficiencia renal más adelante.
¿Se está investigando para encontrar mejores formas de prevenir y tratar este problema?
Sí. Los investigadores están tratando de encontrar formas más fáciles de combatir el reflujo. En el futuro, es posible que exista una cirugía ambulatoria sin incisiones en la que un tubo introducido en el cuerpo permita al médico observar y estudiar la vejiga.
¿Hay algo más que los padres deban saber sobre este problema?
Sí. Si su hijo tiene fiebre, se queja de dolor debajo del ombligo o dolor al orinar, o si el niño va al baño con más frecuencia de lo habitual, puede tener una infección urinaria. Siempre hay que hacer un cultivo de orina y la mayoría de los médicos también piden radiografías para buscar reflujo.
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