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- ¿Mi hijo suele escuchar mal los sonidos y las palabras?
- ¿Los entornos ruidosos son abrumadores cuando mi hijo intenta escuchar?
- ¿Los comportamientos y el rendimiento auditivo de mi hijo mejoran en entornos más tranquilos?
- ¿Tiene mi hijo problemas para seguir instrucciones verbales, ya sean sencillas o complicadas?
- ¿Tiene mi hijo problemas con la ortografía o la fonética?
- ¿Le resultan difíciles los problemas matemáticos verbales (de palabras) a mi hijo?
- ¿Le resultan difíciles de seguir las conversaciones?
- Figuración auditiva: Es cuando un niño tiene problemas para entender el habla cuando hay balbuceos del habla o ruido ambiental de fondo. Las aulas ruidosas, poco estructuradas o al aire libre pueden ser muy frustrantes para un niño con APD.
- Cierre auditivo: Esto es cuando un niño no puede «rellenar los huecos» del habla cuando es más desafiante. Esto puede ocurrir en una situación más tranquila, pero es más común cuando la voz del hablante es demasiado rápida o está apagada, lo que hace que el niño tenga dificultades para dar sentido a los sonidos y las palabras.
- Escucha dicótica: Esto ocurre cuando un niño tiene problemas para comprender un discurso significativo que compite entre sí y que ocurre al mismo tiempo. Por ejemplo, si un profesor está hablando a un lado del niño y otro estudiante está hablando al otro lado, el niño con APD no puede entender el discurso de uno o ambos hablantes.
- Procesamiento temporal: Se trata de la sincronización del sistema de procesamiento del niño, que les ayuda a reconocer las diferencias en los sonidos del habla (como mat versus pat). También les ayuda a entender el tono y la entonación (por ejemplo, hacer una pregunta en lugar de dar una orden), entender las adivinanzas y el humor, y hacer inferencias.
- Interacción binaural: Se trata de la capacidad de saber de qué lado viene el habla o los sonidos, y de localizar el sonido en una habitación. Aunque es menos común, este problema se da en niños con antecedentes de traumatismos cerebrales o trastornos convulsivos.
- Acomodaciones físicas para mejorar el entorno de escucha
- Terapias individuales
- Ayuda de otros profesionales para manejar los síntomas no auditivos. Por ejemplo, un niño puede beneficiarse de:
- terapia del habla para los déficits del lenguaje
- asesoramiento para ayudar con la depresión o la ansiedad
- terapia artística o musicoterapia para fomentar la autoestima
- terapia ocupacional para ayudar con los problemas sensoriales o las preocupaciones de sincronización auditiva
Una adaptación física común es un sistema de micrófono remoto, anteriormente conocido como sistema de modulación de frecuencia (FM). Este dispositivo de ayuda a la escucha destaca la voz de un orador por encima del ruido de fondo, haciendo que la voz sea más clara para que el niño pueda entenderla. La persona que habla lleva un pequeño micrófono transmisor que envía una señal a un receptor inalámbrico que el niño lleva en la oreja o a una caja de altavoces.
Otras adaptaciones físicas suelen centrarse en optimizar el acceso del niño al habla. Optimizar el habla significa reducir la interferencia de otras cosas, como el balbuceo de fondo, las distracciones sonoras y visuales, y la mala acústica del aula. En un aula, por ejemplo, el profesor puede ralentizar su discurso, hablar clara y deliberadamente (¡piense en el Sr. Rogers!), y sentar al niño donde pueda verle y oírle mejor.
Algunas terapias individualizadas también pueden ayudar a los niños a mejorar el crecimiento de su vía auditiva. Estas suelen ser recomendadas por el audiólogo en función de los resultados de las pruebas y las preocupaciones del niño. Varios programas asistidos por ordenador están orientados a los niños con APD. Ayudan principalmente a que el cerebro procese mejor los sonidos en un entorno ruidoso. Algunos colegios ofrecen estos programas. Si su hijo tiene APD, pregunte a los funcionarios de la escuela sobre lo que hay disponible.
Las estrategias utilizadas en casa y en la escuela pueden aliviar algunos de los problemas asociados con el APD.
En casa
En casa, estas estrategias que pueden ayudar a su hijo:
- Reduzca el ruido de fondo siempre que sea posible.
- Haga que su hijo le mire cuando usted habla. Esto ayuda a dar a su hijo pistas visuales para «rellenar los huecos» de la información que falta en el habla.
- Utilice estrategias como el «chunking», que significa dar a su hijo instrucciones verbales simples con menos palabras, una palabra clave para recordar y menos pasos.
- Hable a un ritmo ligeramente más lento y con una voz clara. Más alto no siempre ayuda. (De nuevo, ¡piense en el Sr. Rogers!)
- Pida a su hijo que le repita las instrucciones para asegurarse de que las ha entendido.
- Para las instrucciones que deben completarse más tarde, escribir notas, mantener una tabla o lista de tareas, usar calendarios con símbolos visuales y mantener rutinas puede ayudar.
- Muchos niños con APD encuentran útil el uso de subtítulos en la televisión y en los programas de ordenador.
- Asientos estratégicos (o preferentes) para que el niño esté más cerca de la persona principal que habla. Así se reducen las distracciones sonoras y visuales y se mejora el acceso al habla.
- Preparación de palabras nuevas o desconocidas
- Ayudas visuales
- Lecciones grabadas para su posterior repaso
- Programas asistidos por ordenador diseñados para niños con APD
Anime a los niños a defenderse por sí mismos. Decirles a los adultos cuando les resulta difícil escuchar puede ayudar. Pero los niños tímidos pueden necesitar utilizar tarjetas visuales acordadas o señales para los entrenadores, los padres y los profesores.
Lo más importante es recordar a su hijo que no hay nada de lo que avergonzarse. Todos aprendemos de diferentes maneras. Tenga paciencia. Esto es difícil para su hijo y lleva tiempo. Su hijo quiere hacerlo bien, y necesita paciencia, amor y comprensión mientras trabaja para alcanzar el éxito.
En la escuela
Los profesores y el resto del personal escolar pueden no saber mucho sobre el TPA y cómo puede afectar al aprendizaje. Compartir esta información y hablar sobre ella puede ayudar a construir la comprensión sobre el trastorno.
El TAP no se considera técnicamente una discapacidad de aprendizaje, y los niños con TAP generalmente no son puestos en programas de educación especial. Dependiendo del grado de dificultad de un niño en la escuela, puede ser elegible para un plan de acomodación como un programa de educación individualizado (IEP) o un plan 504 que describiría cualquier necesidad especial para el aula. Las adaptaciones para el APD a menudo se incluyen en la categoría de discapacidad de «Otras deficiencias de salud»
Otras adaptaciones útiles son:
Manténgase en contacto con el equipo escolar sobre los progresos de su hijo. Una de las cosas más importantes que pueden hacer los padres y los profesores es reconocer que los síntomas de APD que tiene su hijo son reales. Los síntomas y comportamientos del TPA no son algo que el niño pueda controlar. Lo que su hijo puede hacer, con la ayuda de los adultos que lo cuidan, es reconocer los problemas del APD y utilizar las estrategias recomendadas para el hogar y la escuela.
Una actitud positiva y realista y una autoestima sana en un niño con APD pueden hacer maravillas. Los niños con APD pueden tener tanto éxito como sus compañeros de clase. Con paciencia, amor y apoyo, pueden hacer todo lo que se propongan.
Revisado por: Tammy L. Riegner, AuD y Danielle Inverso, AuD, PhDFecha de revisión: Febrero 2021
¿Qué es el trastorno de procesamiento auditivo?
El trastorno del procesamiento auditivo (TPA) es un problema de audición que afecta a entre el 3% y el 5% de los niños en edad escolar.
Los niños con esta condición, también conocida como trastorno del procesamiento auditivo central (TPA), no pueden entender lo que oyen de la misma manera que otros niños. Esto se debe a que sus oídos y su cerebro no se coordinan completamente. Algo interfiere en la forma en que el cerebro reconoce e interpreta los sonidos, especialmente el habla.
Con las estrategias adecuadas, los niños con TPA pueden tener éxito en la escuela y en la vida. El diagnóstico temprano es importante. Si el trastorno no se identifica y se trata a tiempo, el niño corre el riesgo de tener problemas de audición y aprendizaje en casa y en la escuela.
Problemas para entender el habla
Se cree que los niños con APD perciben el sonido con normalidad porque normalmente pueden oír los sonidos que se emiten de uno en uno en un entorno muy silencioso (como una habitación con tratamiento de sonido). El problema es que normalmente no reconocen con facilidad las pequeñas diferencias entre los sonidos de las palabras, incluso cuando los sonidos son lo suficientemente fuertes como para ser escuchados.
Este tipo de problemas suele ocurrir en una situación de escucha deficiente -como cuando hay ruido de fondo o en una sala reverberante como un auditorio-, lo que suele ocurrir en situaciones sociales. Los niños con APD pueden tener problemas para entender lo que se les dice cuando están en lugares más ruidosos como un aula, un patio de recreo, un evento deportivo, una cafetería escolar o una fiesta.
¿Cuáles son los signos & de los síntomas del Trastorno del Procesamiento Auditivo?
Los síntomas del APD pueden variar de leves a graves y pueden adoptar muchas formas diferentes. Si cree que su hijo podría tener un problema para procesar los sonidos, pregúntese:
El TAP suele ser malinterpretado porque muchos de sus síntomas son similares a los de otros trastornos. Además, los síntomas del TPA pueden quedar ocultos por otros problemas, como los retrasos en el habla y el lenguaje, los problemas de aprendizaje, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la depresión. Los déficits de memoria auditiva, los problemas de atención auditiva y la sensibilidad al sonido no son síntomas de APD, pero también pueden implicar problemas para utilizar correctamente la información sonora. Acudir a un audiólogo, y a otros especialistas relacionados, puede ayudar a los padres a entender estas condiciones.
¿Qué causa el trastorno del procesamiento auditivo?
A menudo, la causa del TPA de un niño no se conoce. La evidencia sugiere que los niños con traumatismo craneal, intoxicación por plomo, trastorno convulsivo o infecciones crónicas del oído tienen más riesgo. A veces, puede haber más de una causa.
¿Cómo se diagnostica el trastorno del procesamiento auditivo?
Si cree que su hijo tiene problemas para oír o entender cuando la gente habla, haga que un audiólogo (especialista en audición) lo examine. Sólo los audiólogos pueden diagnosticar el trastorno del procesamiento auditivo.
La forma más habitual de diagnosticar el TPA es utilizar un grupo específico de pruebas de audición. Los audiólogos suelen buscar estas áreas principales de problemas en los niños con APD:
La mayoría de las pruebas tradicionales de APD requieren que el niño tenga al menos 7 años. Por lo tanto, muchos niños no son diagnosticados hasta el primer grado o más tarde. Las nuevas pruebas de electrofisiología (que utilizan electrodos no invasivos para comprobar la respuesta del cuerpo al habla) pueden proporcionar información temprana sobre el sistema auditivo central en niños menores de 7 años.
¿Cómo pueden ayudar los padres y los profesores?
El sistema auditivo no está completamente desarrollado hasta que los niños tienen unos 14 años. Muchos niños diagnosticados con APD pueden desarrollar mejores habilidades de escucha con el tiempo a medida que su sistema auditivo madura.
No hay cura conocida, pero diferentes estrategias pueden ayudar con la escucha y también mejorar el desarrollo de la vía auditiva con el tiempo, especialmente cuando se inicia a edades más tempranas. Entre ellas se encuentran:
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