La Asociación Cartográfica Internacional define la cartografía como la disciplina que se ocupa de la concepción, producción, difusión y estudio de los mapas. La cartografía también se refiere a la representación: el mapa. Esto significa que la cartografía es todo el proceso de elaboración de mapas.
La cartografía es un campo complejo y en constante cambio, pero en su centro está el proceso de elaboración de mapas. Visto en el sentido más amplio, este proceso incluye todo, desde la recopilación, evaluación y procesamiento de los datos de origen, pasando por el diseño intelectual y gráfico del mapa, hasta el dibujo y la reproducción del documento final. Como tal, es una mezcla única de ciencia, arte y tecnología y requiere una variedad de conocimientos y habilidades profundas por parte del cartógrafo. A veces una sola persona dirige toda esta secuencia de actividades cartográficas, pero esto sólo ocurre en casos relativamente sencillos. En la creación de un mapa, es mucho más común que las diversas tareas se dividan y sean realizadas por varias personas.
Sin embargo, la cartografía es mucho más que la elaboración de mapas. También es una disciplina académica por derecho propio. Tiene sus propias asociaciones profesionales (regionales, nacionales e internacionales), revistas, conferencias, programas educativos y su propia identidad. Como disciplina, abarca no sólo a los cartógrafos que hacen mapas, sino también a los cartógrafos que enseñan sobre mapas y a los cartógrafos que investigan sobre mapas. Los mapas, que antes se consideraban el producto de un ejercicio práctico relativamente sencillo, ahora se consideran imágenes intelectuales complejas que ofrecen un rico potencial para la investigación científica. Independientemente de que la investigación sea cognitiva, matemática, histórica, perceptiva o tecnológica, los cartógrafos están explotando este potencial al máximo.
La cartografía actual tiene dos características esenciales. En primer lugar, es importante. Los mapas desempeñan un papel fundamental e indispensable como uno de los puntales de la civilización. Pocas actividades relacionadas con la superficie terrestre, ya sea la planificación del uso de la tierra, la propiedad, la previsión meteorológica, la construcción de carreteras, el análisis de localización, la respuesta a emergencias, la gestión forestal, la prospección de minerales, la navegación -la lista es interminable- serían practicables sin mapas. Y nunca ha sido este papel más vital que hoy. La humanidad se enfrenta a graves problemas, muchos de ellos de carácter medioambiental, y la cartografía eficaz es crucial para encontrar soluciones. Junto con la gran capacidad de recopilación de datos y el poder analítico de la teledetección y los sistemas de información geográfica (SIG), la cartografía, en muchos casos, proporciona la clave para encontrar soluciones.
Una segunda característica primordial de la cartografía actual es su naturaleza dinámica. La disciplina cartográfica se encuentra en plena revolución, provocada en gran medida por los avances tecnológicos y, en particular, por el impacto del ordenador. La elaboración de mapas siempre se ha visto afectada por el cambio tecnológico, pero la reciente transformación de la cartografía ha tenido un alcance sin precedentes en comparación con los cambios evolutivos anteriores. Mientras que las antiguas técnicas de pluma y tinta para la elaboración de mapas todavía se utilizan de forma aislada, es más probable que el cartógrafo de hoy se encuentre sentado ante un terminal utilizando lo último en hardware informático y software gráfico. En la mayoría de los casos, sin pérdida de calidad de imagen, los mapas se generan más rápidamente y con menos coste que antes, por no hablar de que el cartógrafo disfruta aún más. En esencia, el ordenador dota al cartógrafo de un control sin precedentes sobre el proceso cartográfico.
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