Un psicrómetro es un tipo de higrómetro y se utiliza exclusivamente para determinar la humedad relativa o el contenido de humedad en el aire. Los psicrómetros representan una forma de medición de la humedad más antigua y los sensores electrónicos que dependen de los cambios en la resistencia eléctrica y la capacitancia en lugar de la temperatura de condensación los han sustituido ampliamente. Sin embargo, los psicrómetros todavía se encuentran en muchos entornos industriales y están disponibles en versiones fijas y móviles.
Cómo funcionan los psicrómetros
Los psicrómetros constan de dos termómetros, uno seco y otro húmedo. El termómetro húmedo está encerrado en un calcetín o paño que ha sido saturado con agua destilada. La idea es que el termómetro húmedo siempre está ligeramente más frío que el seco debido a la evaporación. Las lecturas de temperatura de los dos termómetros se comparan y la diferencia entre ellas se utiliza para calcular la humedad relativa del aire.
Aplicaciones
Los psicrómetros miden la humedad del aire de un entorno general o de un área específica (como una cámara o estructura). Los psicrómetros se utilizan generalmente en los laboratorios para determinar mediciones precisas para experimentos y reacciones químicas. Un psicrómetro estacionario es el más común y se utiliza en algunas formas de equipo industrial, mientras que un psicrómetro móvil, conocido como psicrómetro de eslinga, consiste en dos termómetros unidos a un mango y se hace girar en el aire durante varios minutos con el fin de calcular la humedad relativa en el campo.
Desventajas
Los psicrómetros tienen varias desventajas. Deben estar perfectamente calibrados para determinar con precisión la humedad relativa del aire. Esto puede ser difícil debido al calor ambiental del aire. Afortunadamente, para contrarrestar esta situación, existen psicrómetros que incorporan dos tubos metálicos en los que se alojan los termómetros. Estos dos tubos ayudan a aislar los termómetros del calor ambiental y suelen utilizarse junto con un ventilador para moderar un flujo de aire constante entre los tubos, así como en el tubo interior que contiene los termómetros. Las temperaturas de congelación pueden afectar a los psicrómetros, en cuyo caso el termómetro húmedo desarrolla una fina capa de hielo que lo hace más cálido que el termómetro seco. Para contrarrestar esto, los psicrómetros pueden utilizarse junto con un calentador eléctrico para garantizar que el termómetro húmedo se mantenga por encima de las temperaturas de congelación. Sin embargo, a pesar de estas precauciones, los psicrómetros siguen siendo muy difíciles de calibrar y pueden tener un error de hasta el 2% o el 5%.
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