Compartir en PinterestImage credit: Orbon Alija/Getty Images

Diversos factores pueden hacer que un bebé sude.

Sobrecalentamiento

La sudoración es la respuesta natural del cuerpo cuando se calienta demasiado. Los bebés que tienen demasiado calor pueden estar sobrecalentándose, lo que les hace sudar.

Pueden sudar por todo el cuerpo o sólo en ciertas zonas, como la cabeza.

A veces, la zona que más suda es la más caliente. Por ejemplo, un bebé puede sudar en la cabeza si lleva un gorro al sol.

El sobrecalentamiento en los bebés puede ser peligroso porque los bebés son menos capaces de regular su temperatura corporal que los adultos.

Además, como el sudor enfría el cuerpo, puede hacer que un bebé tenga demasiado frío. Por ello, es importante que los padres y cuidadores vistan a los bebés con capas frescas y traten de evitar el sobrecalentamiento.

Llorar

Llorar puede hacer que un bebé sienta calor, provocando que sude. Este efecto es más común cuando un bebé llora muy fuerte o durante un período prolongado.

Algunas investigaciones sugieren que los bebés pueden sudar en las palmas de las manos y en los pies cuando están molestos. Los padres y cuidadores pueden notar esta sudoración incluso después de que el bebé deje de llorar.

Fiebre

Los bebés pueden sudar cuando tienen fiebre o cuando ésta cesa. La fiebre puede indicar que el bebé tiene una infección. Aunque la fiebre en sí no suele ser peligrosa, la infección puede serlo.

La medicación para la fiebre puede hacerla desaparecer, pero no tratará la infección. Por lo tanto, la gente no debe asumir que el bebé está mejor sólo porque la medicación alivie con éxito la sudoración o la fiebre.

Hiperhidrosis idiopática

Idiopática describe una condición médica o un síntoma para el que no hay una causa conocida.

La hiperhidrosis idiopática es la sudoración excesiva sin una condición médica subyacente u otra causa clara.

La mayoría de los bebés con esta condición tienen el mismo número y tamaño de glándulas sudoríparas que las personas que no sudan en exceso. Sin embargo, las glándulas sudoríparas son más activas, posiblemente debido a la mayor actividad de parte del sistema nervioso.

La hiperhidrosis palmar es un tipo de sudoración excesiva que afecta a las palmas de las manos. Es relativamente común en los bebés y no es peligrosa.

Sin embargo, algunos adultos con esta afección pueden optar por someterse a una cirugía para debilitar algunas vías nerviosas que van a las glándulas sudoríparas, especialmente si la sudoración les produce ansiedad o les dificulta sostener objetos.

Apnea del sueño

La apnea del sueño es cuando una persona deja de respirar durante el sueño. Es más común entre los bebés prematuros y se produce cuando el bebé deja de respirar durante más de 20 segundos.

Puede haber una relación entre la apnea del sueño y el SMSL, aunque las investigaciones al respecto no son concluyentes.

Un estudio más antiguo de 2008 sugiere que la apnea del sueño se produce con más frecuencia cuando los bebés tienen calor. La apnea del sueño no causa el sobrecalentamiento, pero el sobrecalentamiento puede causar la apnea del sueño.

Los padres o cuidadores que noten que su bebé está muy caliente o sudoroso cuando se despierte pueden necesitar quitarle algo de ropa o poner al bebé en una habitación más fresca durante la noche y las siestas.

Condiciones médicas

Una amplia gama de condiciones médicas pueden hacer que los bebés suden más de lo normal.

En la mayoría de los casos, el bebé tendrá otros síntomas. Sin embargo, la sudoración es a veces el primer indicador. Algunas condiciones que pueden causar sudoración excesiva incluyen:

  • enfermedades del corazón, incluyendo defectos cardíacos
  • cáncer
  • trastornos del sistema endocrino
  • trastornos del control de la glucosa, como la diabetes
  • enfermedades pulmonares
  • infecciones

Anomalías de nacimiento y diferencias genéticas

Numerosos trastornos genéticos pueden hacer que los bebés suden más de lo normal.

Por ejemplo, el síndrome de sudoración inducida por el frío hace que a los niños les resulte más difícil regular la temperatura corporal.

Los bebés con esta afección pueden sudar cuando tienen frío. También suelen tener músculos faciales débiles, un puente nasal plano y ciertos problemas de salud, como fiebres altas y, a veces, convulsiones.

Algunos otros trastornos genéticos, como el síndrome de Apert, también pueden causar sudoración excesiva. En la mayoría de los casos, el niño presenta además muchos otros síntomas.

Por ejemplo, el síndrome de Apert provoca la fusión de los dedos de las manos y los pies, un desarrollo anormal de la cara y el cráneo y, en algunos casos, problemas cardíacos.

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