Interacción con otras arañasEditar

Un macho y una hembra suelen compartir la misma telaraña durante largos períodos, y varias hembras suelen construir sus telas muy cerca. Sin embargo, las hembras a veces se pelean cuando se encuentran entre ellas.

Interacción con humanos y depredadoresEditar

Como estas arañas viven en constante proximidad con los humanos, no suelen ser agresivas e incluso dejarán que una mano humana se acerque a su tela. Sin embargo, como cualquier otra araña, tienen miedo de los enemigos más grandes y, en la mayoría de los casos, se retirarán detrás de un obstáculo (como una hoja seca o restos de presa) al percibir una perturbación más que habitual en su tela. Una mayor perturbación puede llevar a la araña a dejarse caer sobre un hilo y luego a huir de la telaraña. Si la distancia no es considerable, suele volver a su tela en un par de días. De lo contrario, comenzará una nueva.

La araña doméstica americana posee una visión pobre y no puede detectar ningún movimiento a más de tres o cuatro pulgadas de distancia. Si se ven acorraladas, fingirán la muerte como último recurso.

A diferencia de la mayoría de las arañas domésticas, que deambulan por la vivienda en primavera si son machos, o se refugian de los primeros fríos en otoño si son hembras, las especies de P. tepidariorum de ambos sexos pueden encontrarse en pleno invierno, en las esquinas de las paredes o debajo del alféizar de la ventana. Algunas especies construirán sus telas allí, otras pueden permanecer casi inmóviles hasta que la presa sea abundante.

ToxicidadEditar

La araña doméstica americana morderá a los humanos sólo en defensa propia, cuando la agarren y la aprieten. Aunque la mordedura de esta especie es relativamente menos severa comparada con la de otros teridios, hay que tenerla en cuenta. Las mordeduras de P. tepidariorum pueden causar un dolor severo con una duración media de 16 horas, y en algunos casos efectos sistémicos; lo cual es muy similar a los síntomas del esteatodismo (es decir, las mordeduras de las falsas viudas del género Steatoda).

Las especies Steatoda y Parasteatoda pueden infligir mordeduras con síntomas dolorosos similares, pero mucho menos severos, a los de las viudas negras. También es lo suficientemente potente como para matar a la misma especie de araña en ocasiones. Los hábitos sinantrópicos de varias especies pueden desempeñar un papel en los casos de mordeduras en humanos.

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