Los espolones óseos, también conocidos como espondilofitos, pueden causar dolor de cuello y espalda.

Escrito por Stewart G. Eidelson, MD

Los osteofitos -más conocidos como espolones óseos- son pequeños y suaves crecimientos óseos que pueden desarrollarse cerca de los bordes de las placas terminales de un cuerpo vertebral (llamados espondilofitos) o de las articulaciones facetarias de la columna vertebral donde el cartílago se ha desgastado. Un osteofito puede crecer en cualquier nivel de la columna vertebral: en el cuello, en la parte media de la espalda o en la parte baja.

A medida que se envejece, aumentan las probabilidades de desarrollar espolones óseos. La mayoría de las personas que desarrollan espolones óseos tienen 60 años o más. Los osteofitos no siempre causan dolor de cuello o espalda y no siempre requieren tratamiento médico. Un espolón óseo puede resultar problemático cuando comprime un nervio espinal o la médula espinal.

¿Qué causa los espolones óseos?

Los espolones óseos pueden ser causados por el desgaste y las condiciones relacionadas con el envejecimiento, como la enfermedad degenerativa del disco, la osteoartritis (espondilosis) y la estenosis espinal. Se cree que la formación de osteofitos es el intento del cuerpo de repararse a sí mismo y puede desencadenarse en respuesta a los cambios degenerativos. Muchas de las estructuras de la columna vertebral pueden verse afectadas negativamente por la degeneración que puede causar una cascada de problemas, incluyendo cambios en la estructura de los discos (por ejemplo, se aplanan, se estrechan, se debilitan), el engrosamiento de los ligamentos de la columna vertebral y el agrandamiento de las articulaciones; solos o combinados, estos cambios afectan al movimiento normal de la columna vertebral.

Además del envejecimiento y los trastornos degenerativos, las lesiones y los traumatismos de la columna vertebral pueden desencadenar el desarrollo de espolones óseos. La mala postura también se ha relacionado como una posible causa.

¿Cómo pueden causar dolor los espolones óseos?

No todos los espolones óseos causan dolor, pero pueden hacerlo si empiezan a acortar el espacio alrededor de los nervios espinales o la médula espinal. A continuación se explica cómo los espolones óseos pueden causar dolor:

  • Cerca de cada articulación de la columna vertebral hay una abertura que sirve como pasaje para sus nervios espinales. Este pasaje se llama neuroforamen (o agujero neural). Si se desarrollan espolones óseos en el neuroforamen, pueden comprimir los nervios y causar dolor y otros síntomas.

Síntomas de los espolones óseos

Los síntomas más comunes de los espolones óseos incluyen:

  • Dolor de cuello o de espalda (por ejemplo, la frecuencia y la intensidad varían)
  • El dolor y otros síntomas pueden irradiarse (desplazarse) desde el cuello (radiculopatía cervical) o la parte baja de la espalda (radiculopatía lumbar).
  • Otros síntomas pueden incluir: entumecimiento, ardor y sensación de pinchazos que pueden afectar a los hombros, brazos, manos, nalgas, piernas o pies
  • Dolor que se alivia con el reposo y empeora con la actividad
  • Espasmos musculares
  • Calambres
  • Debilidad
  • En casos graves, los espolones óseos pueden provocar la pérdida del control de los intestinos o de la vejiga. Este es un síntoma poco frecuente que justifica la atención médica de urgencia.

    Diagnóstico de los espolones óseos

    El proceso de diagnóstico es similar al de otros trastornos de la columna vertebral, como la estenosis espinal. Después de revisar su historial médico y sus síntomas, su médico puede solicitar una radiografía para determinar si hay osteofitos. Si la radiografía no es concluyente, el médico puede solicitar una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM). Estas pruebas iluminarán los osteofitos mostrando los sobrecrecimientos óseos con más detalle que las radiografías.

    Opciones de tratamiento de los osteofitos

    Raramente los espolones óseos son una situación médica urgente que requiere cirugía. La mayoría de las personas con osteofitos responden bien a períodos limitados de reposo y tratamiento no quirúrgico, como:

    • Fármacos antiinflamatorios (AINE) de venta libre o con receta médica
    • Analgésicos de venta libre o con receta médica (analgésicos)
    • Relajante muscular
    • Inyección espinal
    • Fisioterapia; combinando modalidades pasivas y activas
    • Chiropraxia
    • Acupuntura
    • Aunque haya probado uno, o una combinación de tratamientos no quirúrgicos bajo el cuidado de su médico, quizás su dolor y/o síntomas persisten, han empeorado y o son difíciles de manejar. Si ese es el caso, y/o se desarrolla un déficit neurológico, su médico puede recomendar la cirugía de la columna vertebral; una opción de tratamiento de último recurso.

      Cuando un osteofito comprime un nervio espinal, su cirujano de columna puede recomendar una laminectomía. Durante una laminectomía, el espolón óseo y otros tejidos que presionan el nervio espinal se eliminan para crear espacio suficiente para el nervio espinal. La descompresión es otro nombre para la laminectomía. En determinados pacientes, la laminectomía puede realizarse mediante técnicas mínimamente invasivas. Además, asegúrese de hacer preguntas a su cirujano antes del procedimiento para que entienda los beneficios y riesgos de eliminar quirúrgicamente los osteofitos.

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