¿Qué es el metronidazol?
El metronidazol es un antibiótico imidazólico que se utiliza en el tratamiento de muchas infecciones protozoarias y bacterianas. Está disponible con receta médica en varias formas y concentraciones, incluyendo comprimidos, suspensiones, soluciones para inyecciones, supositorios y cremas y geles tópicos.
En cuanto a las afecciones de la piel, el metronidazol tópico está indicado para el tratamiento de la rosácea facial. En Nueva Zelanda, el metronidazol tópico es un medicamento de prescripción y está disponible en forma de gel y crema acuosa de 7,5 mg/g (Rozex®) o un gel genérico al 5%. En julio de 2015 la FDA también aprobó y marcó un preparado de espuma en los Estados Unidos.
En algunos países también está disponible un preparado de metronidazol en gel vaginal para tratar la vaginosis bacteriana.
¿Cómo actúa el metronidazol?
El metronidazol es un agente antiprotozoario y antibacteriano anaerobio. Cuando se administra por vía sistémica a través de comprimidos orales o inyecciones, el metronidazol actúa inhibiendo la síntesis del ADN bacteriano y, por tanto, impidiendo la replicación de las bacterias. Sin embargo, se desconocen los mecanismos por los que el metronidazol tópico actúa en la reducción de las lesiones inflamatorias de la rosácea. Los posibles mecanismos de acción incluyen efectos antibacterianos y/o antiinflamatorios.
¿Para qué se utiliza el metronidazol tópico?
El metronidazol tópico está indicado para el tratamiento de pápulas inflamatorias, pústulas y eritema de la rosácea. Debe aplicarse dos veces al día, por la mañana y por la noche, en la zona afectada después de lavarse con un limpiador suave y secarse con palmaditas. El periodo medio de tratamiento es de 3 a 4 meses, aunque debería notarse cierta mejoría tras 3 semanas de terapia continuada. Si se observa una mejora significativa después de 3-4 meses, el médico puede prescribir un tratamiento de 3-4 meses más. El tratamiento debe interrumpirse si no se observa una clara mejoría clínica después de los primeros 3-4 meses.
Precauciones al prescribir metronidazol tópico
- No se ha establecido la seguridad y eficacia del tratamiento con metronidazol tópico en niños.
- No utilizar en los ojos o cerca de ellos.
- Evitar o minimizar la exposición de las zonas tratadas con metronidazol tópico a la luz solar intensa u otras fuentes de luz ultravioleta.
- No utilice metronidazol tópico durante el embarazo, ya que puede existir riesgo de teratogenicidad (daño al bebé).
- Utilice metronidazol tópico con precaución en madres lactantes.
- Se desarrolla una nueva afección cutánea o erupción cutánea y/o la rosácea empeora
- Entumecimiento, escozor u hormigueo en la zona tratada
- Náuseas.
- Irritación local
- Enrojecimiento, picor o ardor
- Piel seca
- Trastornos de la pigmentación, cuando se aplica a la piel del rostro
- Hinchazón facial
- Ojos llorosos.
¿Cuáles son los efectos secundarios del metronidazol tópico?
Los efectos secundarios del uso de metronidazol tópico son poco frecuentes y normalmente leves. Los efectos secundarios que deben notificarse a su médico lo antes posible incluyen:
Otros posibles efectos secundarios que deberían resolverse tras el uso continuado de metronidazol tópico incluyen:
Si no se encuentra en Nueva Zelanda, le sugerimos que se dirija a su agencia nacional de aprobación de medicamentos para obtener más información sobre los mismos (por ejemplo, la Administración Australiana de Bienes Terapéuticos y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) o a un formulario nacional o estatal aprobado (por ejemplo, el Formulario de Nueva Zelanda y el Formulario de Nueva Zelanda para Niños y el Formulario Nacional Británico y el Formulario Nacional Británico para Niños).
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