Desde que tengo uso de razón, los verdaderos amigos han sido difíciles de conseguir. Cuando era pequeña, había dos chicas del barrio a las que consideraba mis mejores amigas. Entonces, un día, sin previo aviso, decidieron que yo era demasiado joven para relacionarme con ellas y me dejaron. Me rompió el corazón.

niña adolescente con una pequeña sonrisa mirando a la cámara en el interior
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¿Qué me pasaba? ¿Había hecho algo? ¿Era culpa mía?

No podía entender por qué me habían abandonado. Durante un año me sentaba en el sofá y los veía pasar, deseando que las cosas hubieran acabado de otra manera.

Años después, formaba parte de un grupo de jóvenes en el que todos éramos muy amigos. De repente, la cosa cambió. Mis amigos me apartaron sin explicación. Ya no me aceptaban como yo mismo, sino que me despreciaban y se burlaban de mí. Se acabó, y me quedé sintiéndome totalmente rota y sola.

Cada vez que mis amigos me rechazaban, me culpaba a mí misma. Estaba segura de que el problema era yo. Sin embargo, mi familia me ayudó a ver la verdad.

Escucharon mis gritos, comprendieron mi dolor y me animaron. Me enseñaron a lidiar con el rechazo de los amigos. Cuando estaba deprimida, mi madre me llevaba de compras o veía una película conmigo. Por las noches, mi padre se quedaba hasta tarde para hablar, mientras que mi hermano mayor se empeñaba en salir conmigo. A través de ellos, supe sin lugar a dudas que me querían mucho, aunque no me aceptaran otros. Aunque me sentía rechazado por mis «amigos», mi familia nunca dejó que me sintiera solo.

Aprendí que todos tenemos nuestros defectos, pero todos somos singularmente especiales. No había nada malo en mí.

Sólo era yo, y nadie debería intentar ser alguien que no es.

Los verdaderos amigos te quieren y te aceptan tal y como eres.

Sé que hay otros adolescentes que están sufriendo y se sienten solos, pero no tienen por qué estarlo. Necesitan amor y ánimo. Necesitan ver lo increíbles que son realmente. No por su aspecto o por las cosas que hacen, sino por lo que son por dentro.

Hija adolescente solitaria columpiándose en un columpio al atardecer
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