¿Por qué mi perro envejece tan inquieto por la noche?

Los perros mayores pueden experimentar cambios de comportamiento a medida que envejecen, y no es demasiado raro que se vean afectados por la inquietud, especialmente por la noche. Al igual que muchos de los problemas que afectan a los perros a medida que envejecen, esto no es sólo un efecto secundario inevitable de envejecer y puede ser una señal de que algo no está bien con la salud de su perro.

¿Por qué sucede?

Podría haber una serie de factores que pueden causar que un perro mayor comience a estar inquieto y a pasearse por la noche. Estos pueden incluir:

Dolor. Para empezar, su veterinario querrá comprobar que no hay ninguna condición médica subyacente que esté causando que su perro experimente dolor y malestar y que pueda estar animándole a estar inquieto durante la noche. La artritis, el cáncer y las infecciones del tracto urinario son sólo algunos de los problemas que podrían estar detrás del comportamiento de su perro.

Ansiedad. Si su perro está ansioso y estresado, esto puede hacer que camine hacia arriba y hacia abajo repetidamente. Incluso las situaciones que antes no causaban ninguna ansiedad pueden ser una fuente importante de estrés a medida que los perros envejecen.

La necesidad de orinar y/o defecar con más frecuencia durante la noche. La función de la vejiga y el intestino puede disminuir a medida que su mascota envejece y esto puede significar que necesitan orinar o defecar más que antes. Al igual que ocurre con las personas mayores, esto puede alterar sus patrones de sueño y, en última instancia, provocar inquietud durante la noche. Además, el dolor y los problemas de movilidad pueden agravar el problema y dificultar o impedir los esfuerzos para eliminar en el lugar o lugares correctos, lo que lleva a situaciones de micción y/o defecación inapropiadas.

Cambios sensoriales. A medida que su perro envejece, su visión y su oído pueden cambiar. Esto puede afectar a lo bien que son capaces de dormir y a la profundidad de este sueño.

Condiciones neurológicas. Si no hay una causa médica para la inquietud de su perro y la situación sólo ha comenzado a ocurrir desde que su perro ha envejecido, es probable que el diagnóstico se base en una disfunción cognitiva. Esto ocurre cuando el cerebro ya no funciona tan eficazmente como antes y no es muy diferente a la enfermedad de Alzheimer en los seres humanos.

¿Se puede tratar?

Cualquier cambio en el comportamiento típico de su perro debe ser discutido con su veterinario, y no confundirlo con los signos «naturales» del envejecimiento.

Si su perro tiene una condición médica subyacente que es la principal culpable de su comportamiento, el enfoque inicial será tratarla. Esto incluye la ansiedad y la disfunción cognitiva, que pueden abordarse con medicación. Con el tratamiento, la disfunción cognitiva puede ralentizar su progreso y la calidad de vida de su mascota puede mantenerse durante más tiempo. También pueden recetarse algunos medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo al cerebro, por ejemplo. Junto con los cambios en su dieta, esto puede ser beneficioso para ayudar a su perro a estar cómodo durante más tiempo.

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