Aunque muchos de vosotros debéis haber oído hablar antes de las zonas erógenas, ¿sabéis dónde están en el cuerpo de un hombre? Al parecer, hay nueve zonas especiales que excitan a un hombre en el dormitorio.

Aunque algunas de ellas son obvias, otras pueden sorprenderte.

Aquí tienes los nueve lugares en los que deberías centrar tu atención mientras estás con tu hombre en el dormitorio.

Boca: Una de las zonas erógenas más importantes, los besos aumentan los niveles de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que potencia el deseo y el sistema de recompensa en el cerebro. Según un sexólogo, prueba a recorrer sus labios lentamente con la lengua o a morder suavemente su labio inferior para obtener mejores resultados.

Oídos: A tu hombre le gustará que juegues con sus orejas. De hecho, en una encuesta las orejas quedaron justo detrás del escroto en cuanto a lugares que pueden ayudar a los hombres a alcanzar el clímax. Prueba a mordisquear o lamer suavemente su oreja.

Bolas: La piel del escroto es bastante sensible y puede realmente excitar a un hombre cuando se toca. Sin embargo, deberías mantener a raya los mordiscos y los mordiscos y, en su lugar, intentar chupar, lamer, ahuecar o apretar suavemente.

Cuello: La nuca es el mejor lugar para concentrarse, según un estudio publicado en la revista Ergonomics. Debes besarle ahí con la boca ligeramente abierta mientras tarareas. Según los expertos, la combinación de calor y vibraciones ayuda a provocar algunas sensaciones importantes para él.

Pezones: En una encuesta reciente para la revista Cortex, los hombres admitieron que los pezones eran uno de sus principales puntos de estimulación. Chupa o lame suavemente un pezón mientras tocas a tu hombre ahí abajo para obtener más placer.

El eje: Según una encuesta publicada en el BMJ, los hombres valoran mucho que les toquen la parte superior del pene. Y en cuanto a la presión que hay que ejercer, los expertos en sexo sugieren que debe ser bastante firme. Según ellos, el tejido eréctil se encuentra bastante profundo bajo la piel, por lo que se necesita una buena cantidad de presión.

La punta: La punta del pene, llamada glande, tiene muchos nervios, más que el cuerpo, de hecho. Es lo más parecido a un clítoris que tiene el hombre. Es uno de sus puntos más sensibles y le excita.

Su trasero: Los hombres también tienen un punto G: es la glándula prostática situada a la altura de un dedo en el interior del trasero. Sin embargo, no a todos los hombres les puede gustar la estimulación, así que pregunta antes de meter la mano ahí.

El perineo: es el trozo de piel que hay entre los huevos y el culo. Esta zona contiene sus músculos eyaculadores, por lo que cuando los masajeas puedes hacer que su clímax sea aún más intenso.

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