¿No sería maravilloso si pudiéramos prevenir el cáncer de próstata? Desafortunadamente, todavía no lo hemos conseguido, pero sí sabemos qué medidas se pueden tomar para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

Las lesiones precancerosas se ven comúnmente en la biopsia de próstata muchos años antes de la aparición del cáncer de próstata. También sabemos que hay una mayor prevalencia de cáncer de próstata con el envejecimiento. Estos hechos sugieren que el proceso de desarrollo del cáncer de próstata tiene lugar durante un largo período de tiempo -a menudo más de una década- desde la mutación inicial de las células de la próstata hasta el momento en que el cáncer de próstata se manifiesta con una elevación del PSA, una aceleración del PSA o un examen rectal digital anormal. Esto significa que hay una oportunidad para intervenir antes de que se establezca el cáncer de próstata.

Aquí hay seis formas de reducir el riesgo de cáncer de próstata (y de reducir el riesgo de progresión para los hombres en vigilancia activa):

  1. Mantenga un peso saludable, ya que la obesidad se ha correlacionado con una mayor incidencia de cáncer de próstata.
  2. «Coma alimentos. No en exceso. Sobre todo plantas». El inteligente consejo de Michael Pollan. Una dieta saludable consiste en abundantes frutas y verduras (llenas de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra) y alimentos reales, en contraposición a los procesados y refinados. Coma muchas verduras y frutas rojas, incluidos los productos de tomate (ricos en licopeno). Las legumbres (judías, nueces, guisantes, lentejas, etc.) tienen un efecto antiinflamatorio. Consuma grasas animales y lácteos con moderación. Coma pescados grasos que contengan ácidos grasos omega-3, como el salmón, el atún, las sardinas, la trucha y la caballa.
  3. Evite el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
  4. Mantenerse activo y hacer ejercicio de forma regular puede reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata. Si desarrolla un cáncer de próstata, estará en plena forma física y se recuperará mucho mejor de cualquier intervención necesaria para tratar el cáncer de próstata.
  5. ¡Hágase una revisión! Sea proactivo y acuda a su médico anualmente para que le realice un examen rectal digital de la próstata y un análisis de sangre de PSA. Los hallazgos anormales en estas pruebas de detección son los que provocan las biopsias de próstata, el medio definitivo para diagnosticar el cáncer de próstata. El escenario más común que conduce a un diagnóstico de cáncer de próstata es una aceleración del PSA, una elevación por encima del aumento anual esperado del PSA basado en el proceso de envejecimiento.
  6. Es importante mencionar que un PSA aislado (fuera de contexto) no es particularmente útil. Lo que es significativo es comparar el PSA sobre una base anual y observar cualquier aceleración por encima del cambio incremental anual esperado asociado con el envejecimiento y el crecimiento benigno de la próstata. Muchos laboratorios utilizan un PSA de 4,0 como umbral de anormalidad, por lo que es posible que le den la falsa impresión de que su PSA es normal. Por ejemplo, si su PSA es de 1,0 y un año más tarde es de 3,0, se sigue considerando un PSA «normal» aunque se haya triplicado (algo muy sospechoso para un problema) y exige una investigación más exhaustiva.

    Un estilo de vida saludable, que incluya una dieta sana y nutritiva, el mantenimiento de un peso adecuado, la realización de ejercicio físico con regularidad y la evitación del tabaco y el alcohol en exceso, puede reducir el riesgo de padecer todas las enfermedades crónicas, incluido el cáncer de próstata. Sea proactivo y hágase un examen digital de 15 segundos de la próstata y un análisis de sangre de PSA anualmente. La prevención y la detección precoz son claves para mantener tanto la cantidad como la calidad de vida.

    Escrito por el Dr. Andrew Siegel

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