La insulina es una hormona liberada por el Páncreas en respuesta a los tipos y cantidades de alimentos que comemos. Debido a nuestras dietas occidentales modernas, nuestros páncreas tienden a bombear grandes dosis de insulina con frecuencia. Ahora bien, la insulina puede ser tu mejor amigo o tu peor enemigo, o un poco de ambos.
Todo depende de lo sensibles que sean tus músculos a la insulina que produces. Sin una sensibilidad óptima a la insulina, la mayoría de los alimentos que consumes (especialmente los carbohidratos) se convertirán rápidamente en grasa, en lugar de utilizarse para construir y reparar ese tejido muscular tan importante. Por lo tanto, aquí hay 5 maneras de ayudarle a prevenir (o al menos reducir la cantidad) de alimentos que se convierten en grasa.
1. Cronometre sus carbohidratos
Comer demasiados carbohidratos densos en energía con demasiada frecuencia es una receta para la mala salud y el aumento de grasa. Si planea comer carbohidratos como panes, pastas, cereales, arroz, pasteles, dulces, azúcar, cualquier cosa basada en granos/harinas, asegúrese de comerlos sólo en la comida directamente después de un ejercicio intenso. Tus músculos serán mucho más sensibles a la insulina producida y absorberán los carbohidratos en lugar de que se almacenen como grasa.
2. Cambia el orden de los alimentos que comes
Si, por alguna extraña razón, no puedes evitar comer carbohidratos densos en energía en otros momentos sedentarios del día, asegúrate de comer primero todas las proteínas, verduras y grasas saludables de tus comidas antes de comer los carbohidratos para, al menos, ralentizar su tasa de absorción y disminuir el daño inevitable.
3. Toma tu aceite de pescado
La asociación entre la ingesta de ácidos grasos Omega 3 (que se encuentran en el aceite de pescado) y la sensibilidad a la insulina es tan fuerte que se dice que tomar aceite de pescado rivaliza con los efectos del ejercicio en los niveles de azúcar en sangre. Pero cuando se combina el ejercicio frecuente con la administración frecuente de suplementos de aceite de pescado (es decir, de 3 a 5 porciones al día), los efectos beneficiosos se agravan enormemente. Además, el aceite de pescado no sólo mejora la sensibilidad a la insulina de sus músculos, sino que también reduce la cantidad de insulina segregada por el páncreas.
4. Échele vinagre a todo
El vinagre no sólo reduce la secreción de insulina en respuesta a una comida con muchos carbohidratos, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina. El ácido acético del vinagre puede mejorar la sensibilidad en un impresionante 34% y ofrece los mismos efectos beneficiosos similares a los de los medicamentos recetados que se utilizan en el tratamiento de la diabetes de tipo II.
5. Tome Psyllium diariamente
El psyllium puede reducir los niveles de azúcar en sangre después de las comidas en casi un 20%. Tome una cucharadita de Psyllium (como Metamucil) con agua dos veces al día. Mejorarás los niveles de azúcar en sangre además de regalarte movimientos intestinales a los que puedes ajustar tu reloj.
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