Vivien Leigh, de nombre original Vivian Mary Hartley, (nacida el 5 de noviembre de 1913 en Darjeeling, India, y fallecida el 8 de julio de 1967 en Londres, Inglaterra), actriz británica que alcanzó la inmortalidad en el cine al interpretar a dos de las bellas sureñas más célebres de la literatura estadounidense, Scarlett O’Hara y Blanche DuBois.
Hija de un corredor de bolsa de Yorkshire, nació en la India y se educó en Inglaterra y en toda Europa. Inspirada por el ejemplo de su compañera de colegio Maureen O’Sullivan, se embarcó en la carrera de actriz, matriculándose en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres en 1932. Ese mismo año se casó con su primer marido, el abogado británico Herbert Leigh Holman, y adoptó su segundo nombre como nombre profesional. Después de su debut en el cine en Things Are Looking Up (1934), apareció en varias películas británicas de «cuota rápida» antes de hacer su primera aparición en el escenario en The Green Sash (1935). Aunque en este momento de su carrera su voz era débil, su impresionante presencia escénica y su belleza eran imposibles de ignorar, y en 1935 fue contratada por el magnate del cine Alexander Korda. Durante su primera etapa en el mundo del cine, Leigh inició un romance con el actor británico Laurence Olivier, casado entonces con la actriz Jill Esmond. Los dos amantes aparecerían posteriormente juntos en el escenario y en la pantalla, sobre todo en Fire Over England (1937) y 21 Days (rodada en 1937, estrenada en 1940; también estrenada como 21 Days Together), de Korda.
En 1938 Olivier y Leigh viajaron a Hollywood, él para protagonizar Cumbres borrascosas (1939), de Samuel Goldwyn, y ella para hacer una prueba para el codiciado papel de Scarlett O’Hara en la producción de David O. Selznick del best-seller de Margaret Mitchell Lo que el viento se llevó (1939). Para sorpresa de la industria, ganó el papel entre cientos de candidatos. Su inolvidable interpretación en la pantalla de la resistente heroína de Mitchell le valió no sólo la popularidad internacional, sino también un premio de la Academia. Este punto álgido de su carrera se vio coronado por su matrimonio con Olivier en 1940; los recién casados protagonizaron el drama histórico That Hamilton Woman (1941), aclamado por Sir Winston Churchill como su película favorita de todos los tiempos.
Embarazada durante la producción de César y Cleopatra en 1944 (estrenada en 1946), Leigh sufrió un accidente en el rodaje que le provocó un aborto. Aunque algunos historiadores del cine han atribuido a este incidente su posterior lucha contra la psicosis maníaco-depresiva, otros informes indican que ya mostraba signos de su enfermedad a finales de la década de 1930. A pesar de su frágil salud (también sufría de tuberculosis), continuó trabajando en el cine y en el teatro en Inglaterra y América. A lo largo de la década de 1940 realizó numerosas giras con las compañías Old Vic y Stratford en producciones clásicas. Ganó un segundo premio de la Academia por su desgarradora interpretación de la trágicamente delirante Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo (1951), la versión cinematográfica de la obra de Tennessee Williams.
La inestabilidad mental y física de Leigh, agravada por el deterioro de su matrimonio con Olivier (se divorciaron en 1960), le hizo cada vez más difícil trabajar a finales de los años 50 y principios de los 60. Se recuperó lo suficiente como para realizar excelentes interpretaciones en la pantalla en La primavera romana de la señora Stone (1961) y La nave de los locos (1965), y para protagonizar en 1963 la adaptación musical de Tovarich en Broadway, una producción desastrosa por la que Leigh ganó, no obstante, un premio Tony. Terminó su carrera con una nota de triunfo en el montaje neoyorquino de 1966 de Ivanov, de Antón Chéjov. Leigh se encontraba en medio de los ensayos de una producción teatral de A Delicate Balance, de Edward Albee, cuando fue encontrada muerta en su apartamento de Londres.
0 comentarios