Como puedes ver ilustrado en el vídeo de arriba, las primeras rutinas de viga estaban extremadamente orientadas a la danza. La viga era originalmente un evento basado únicamente en el equilibrio y la gracia para las mujeres. Con el tiempo, se añadieron más elementos que implicaban fuerza física y flexibilidad. Un ejemplo de ello es la parada de manos con prensa, que requiere una fuerza increíble del núcleo. A finales de los años 70, se añadieron elementos aún más duros que requerían potencia y velocidad, como saltos hacia atrás, saltos y varios saltos. Con la adición de estos elementos más duros se introdujo el miedo a realizar habilidades en la viga. La viga se considera el evento de mayor riesgo en una competición debido a la alta probabilidad de caer y al pequeño error que puede provocar una caída. Caer es el miedo de muchas gimnastas. La caída de la viga es, con mucho, la que más miedo da, sobre todo porque se levanta muy alto del suelo. Parece aún más alta cuando uno está de pie sobre ella. Un resbalón de la mano en una parada de manos o la falta de un pie en un salto pueden terminar en una dolorosa caída con grandes moretones para recordar el trauma. La viga es la prueba que menos perdona. A continuación, algunos ejemplos de por qué la viga puede ser tan difícil.
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