Para que un hantavirus cause el SPH, el virus debe viajar desde los roedores que lo portan hasta una persona. Una forma común de que esto ocurra es cuando una persona respira el hantavirus desde el aire.
Creemos un escenario imaginario y pasemos por el proceso paso a paso. Digamos que tienes un trastero en tu casa al que casi nunca entras. Guardas allí muebles viejos, periódicos y revistas viejas, etc.
En algún momento, un grupo de ratones ciervos encuentran su camino en la habitación, buscando lugares para construir nidos. Encontraron la manera de entrar en la habitación a través de una grieta: ¡los ratones ciervos pueden colarse por agujeros tan pequeños como el botón de una camisa! Algunos ratones mastican la tela de un viejo sillón y construyen un nido en su interior. Otros ratones trituran trozos de revistas y construyen nidos debajo de los trozos triturados.
Unos pocos de estos ratones están infectados con el hantavirus. Los ratones infectados no muestran ningún signo de estar enfermos. De hecho, el virus no parece enfermarlos en absoluto; simplemente vive en sus cuerpos. Sin embargo, el virus se desprende continuamente de ellos: en los excrementos y la orina que dejan por la habitación, y en su saliva, que se seca en cualquier cosa que hayan masticado, como el material de anidación. Así, en el ambiente, el virus puede vivir varios días.
Mientras tanto, decides limpiar tu trastero. Entras y te pasas unos minutos moviendo cajas y muebles. Los ratones te oyen llegar y se alejan corriendo, dejando un rastro de orina fresca
Como encuentras excrementos de ratón y parte del relleno de los muebles que los ratones han utilizado como material para anidar, coges una escoba y barres el desastre. Mientras barres, pequeñas partículas de orina fresca, excrementos y saliva, con el virus que contienen, son lanzadas al aire. Son estas diminutas partículas las que se respiran, y este es el comienzo de la enfermedad del SPH.
Debido a que el virus se propaga cuando las partículas que contienen el virus se agitan en el aire, una táctica esencial de prevención del SPH en las zonas que muestran signos de roedores es evitar las acciones que levantan el polvo y mojar cuidadosamente la zona con desinfectante. Cuanto menos posibilidades tenga el virus de entrar en el aire, menos posibilidades habrá de que se respire.
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