Clemens era hijo de Tito Flavio Sabino, cónsul sufecto en el 69 d.C., y hermano de Tito Flavio Sabino, cónsul en el 82 d.C. El emperador Vespasiano era su tío abuelo paterno, mientras que los emperadores Tito y Domiciano eran primos de su padre.

De niño, Clemente fue asediado junto a su familia en el capitolio, mientras los soldados de su tío abuelo Vespasiano se acercaban a Roma. Su abuelo, el hermano de Vespasiano, T. Flavio Sabino, cónsul en el año 47 d.C., fue capturado y asesinado por las fuerzas de Vitelio, que incendiaron el capitolio, pero el resto de la familia escapó.

El hermano de Clemente fue cónsul con Domiciano, poco después de la ascensión de éste, pero el emperador dio muerte a su primo con el pretexto de que el heraldo que lo proclamaba cónsul lo había llamado Imperator. Suetonio afirma que Domiciano estaba motivado por su amor a la esposa de su primo, Julia Flavia (que, como hija de su hermano Tito, era también su sobrina).

Clemens también se casó con una de sus primas segundas, Flavia Domitilla, hija de la hija de Vespasiano, Domitilla, que por tanto era también sobrina de Domiciano. Tuvieron dos hijos, a los que Domiciano pretendía suceder en el imperio, rebautizando a uno de ellos como Vespasiano y al otro como Domiciano. En el año 95, Clemente fue cónsul junto al emperador de enero a abril. Fue ejecutado poco después de dejar el consulado, a finales de abril.

Según Casio Dio, Clemente fue condenado a muerte por una acusación de ateísmo, por la que, añade, fueron ejecutados muchos otros que se pasaron a las opiniones judías. Esto puede implicar que Clemente se había convertido al judaísmo o al cristianismo, siendo lo primero más probable, y acompañado de la circuncisión. Por la misma razón, su esposa fue desterrada a Pandataria. Algunos estudiosos identifican a Clemens con «Ketia bar Shalom», a quien el Talmud describe como un senador romano que se convirtió al judaísmo y consiguió salvar a los judíos de un decreto de persecución, antes de ser él mismo ejecutado.

A este Clemens, con toda probabilidad, está dedicada la basílica de San Clemente al Laterano, en la colina Caeliana, que se cree que fue construida originalmente en el siglo V, aunque su emplazamiento está ahora ocupado por una estructura más reciente, aunque muy antigua. En el año 1725 el cardenal Annibale Albani encontró bajo esta iglesia una inscripción en honor de Flavio Clemente, mártir, que se describe en una obra titulada T. Flavii Clementis Viri Consularis et Martyris Tumulus illustratis. Algunos relacionan a Clemens con Clemens Romanus, quizás el autor de la Epístola a los Corintios.

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