Drenaje
Cuatro quintas partes del perímetro del país están trazadas por los ríos Paraguay, Apa, Paraná y Pilcomayo. Al este de la Cordillera de San Rafael se encuentra el valle del río Paraná (Alto Paraná). Al oeste se encuentra el amplio valle del río Paraguay. El Paraná constituye el límite oriental y meridional del país. Múltiples afluentes del Paraguay y del Paraná atraviesan las regiones oriental y central. Las sierras de Amambay y Mbaracayú forman la cuenca entre los ríos Paraguay y Paraná. Importantes afluentes orientales del río Paraguay son, de norte a sur, el Apa, el Aquidabán, el Ypané, el Jejuí Guazú y el Tebicuary. A excepción de los ríos Acaray e Ytambey, los arroyos que desembocan en el Paraná tienen poca importancia económica. El Paraná se une al río Paraguay en el extremo suroeste del país. El único afluente importante que fluye desde el oeste es el lento Pilcomayo, que se une al Paraguay cerca de Asunción. El Pilcomayo, que nace en el noroeste de Bolivia, constituye el límite meridional del Chaco Boreal y es navegable en su curso inferior con pequeñas embarcaciones. Otros ríos del Chaco, como el Verde y el Monte Lindo, son arroyos lentos, poco caudalosos e intermitentes que desaguan en pantanos o desaparecen durante los periodos secos.
Paraguay sólo tiene dos lagos importantes. El más grande, el lago Ypoá, a unos 65 km al sur de Asunción, se funde con el lago Verá; está drenado por canales del Tebicuary y alimenta los pantanos de la llanura del Ñeembucú. El lago Ypacaraí, a unos 50 km al este de Asunción, es el lugar de veraneo preferido en San Bernardino.
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