Al servicio de Enrique VIII

Enrique VIII nombró a Wolsey limosnero real al acceder al trono en 1509. Wolsey acumuló rápidamente cargos adicionales en la Iglesia: se convirtió en decano de Lincoln en 1509, canónigo de Windsor en 1511, obispo de Lincoln en 1514 y arzobispo de York ese mismo año. Recibió ingresos adicionales de varios obispados y del rico monasterio de St. Albans.

Como arzobispo de York, Wolsey era el segundo eclesiástico de Inglaterra. No estaba satisfecho con esta posición, pero no pudo convertirse en arzobispo de Canterbury porque el titular, William Warham, se negó rotundamente a complacerle retirándose o muriendo. En 1515 Wolsey ganó prestigio al ser creado cardenal -hizo llevar el sombrero rojo por las calles de Londres en una procesión solemne- y en 1518 fue nombrado legado papal a latere, ganando así preeminencia sobre Warham.

Para entonces la influencia de Wolsey dominaba también el estado. Había organizado con éxito un ejército para la invasión de Francia en 1513 y había acompañado al rey en la campaña. Con el tratado de Wolsey con Francia (1514), Inglaterra mantenía el equilibrio de poder entre Francia y los Habsburgo. En 1515, Wolsey fue nombrado lord canciller, ya que Warham había sido persuadido de renunciar a ese cargo. Sin embargo, Wolsey debía su poder más al favor del Rey que a su permanencia en un cargo específico. El joven Enrique VIII estaba más inclinado a las actividades marciales y deportivas que a la tramitación de los asuntos gubernamentales rutinarios, y estaba encantado de encontrar un ministro tan competente como el cardenal. En 1518, Wolsey logró un tratado de paz universal que abarcaba los principales estados europeos.

Wolsey emprendió pequeñas reformas tanto en la Iglesia como en el Estado. Consiguió el permiso papal para cerrar varios monasterios pequeños y aplicó los ingresos a la fundación de una escuela de gramática en lpswich y un colegio en Oxford. La escuela no sobrevivió a su caída, pero Enrique VIII permitió que el colegio continuara, cambiando su nombre de Colegio Cardenalicio a Iglesia de Cristo. Wolsey también intentó regular mejor la casa del rey, redactando las Ordenanzas de Eltham de 1526.

Sin embargo, el mayor interés de Wolsey estaba en los asuntos exteriores. Aunque se ha argumentado que deseaba principalmente preservar el equilibrio de poder en Europa, llegar a ser Papa o mantener la paz, sus verdaderos motivos pueden haber sido menos precisos, y puede haber respondido a las situaciones europeas y a los deseos de Enrique VIII sin desarrollar ninguna política primordial. En 1518 Wolsey negoció una alianza entre Inglaterra y Francia, que se consolidaría con el matrimonio de la hija de Enrique VIII, María, con el Delfín francés. En 1520 organizó un encuentro entre Enrique y Francisco I de Francia en el «Campo del Paño de Oro», una ciudad de tiendas de campaña levantada en Flandes, y una conferencia más importante entre Enrique y el emperador Carlos V en Gravelines. Cuando Francisco I entró en guerra con el Sacro Imperio Romano Germánico, Wolsey se puso del lado del emperador. En 1523, las fuerzas inglesas invadieron Francia, sin un éxito notable, y Wolsey sólo obtuvo del Parlamento una fiscalidad inusual tras unos debates muy tormentosos. En 1527 Inglaterra abandonó al Emperador, firmando un nuevo tratado con Francia.

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