En el mundo del baloncesto profesional, es difícil ser más grande, tanto en sentido literal como figurado, que Shaquille O’Neal. En la cancha, el pívot demostró ser un jugador dominante. Aunque ya no hace mates, el Gran Aristóteles sigue siendo una fuerza a tener en cuenta, gracias a su éxito como hombre de negocios y a su enorme patrimonio neto.

Shaq reveló recientemente el único motor de su éxito fuera de la cancha. A pesar de su impresionante currículum baloncestístico, O’Neal sigue motivado por una realidad que todo el mundo vive.

La carrera baloncestística de Shaquille O’Neal en el Salón de la Fama

Shaquille O’Neal irrumpió en la escena del baloncesto durante su etapa en la LSU. Aunque el pívot no creaba mucha ofensiva como estudiante de primer año, rápidamente se convirtió en una fuerza; Shaq promedió casi 28 puntos por partido como estudiante de segundo año y un poco más de 24 como estudiante de tercer año. Durante tres temporadas con los Tigres, fue dos veces All-American, dos veces Jugador del Año de la SEC y Jugador del Año del Baloncesto Masculino de la NCAA en 1991.

Ese éxito universitario obligó a los Orlando Magic a seleccionar a Shaq con la primera elección global del draft de la NBA de 1992. Trabajando con Brian Hill, el grandote llevó rápidamente su juego al siguiente nivel; obtuvo el premio al Novato del Año en 1993, pero sólo siguió mejorando. En 1996, O’Neal se unió a los Lakers de Los Ángeles en la agencia libre; ganaría tres títulos con Kobe Bryant y Phil Jackson antes de que su relación se rompiera. Shaq luego ganó otro anillo en Miami con Dwyane Wade antes de rebotar un poco por la liga y finalmente retirarse.

Una impresionante cartera de inversiones y patrimonio neto

Durante su carrera como jugador, Shaquille O’Neal ganó casi 300 millones de dólares gracias a sus distintos contratos. Aunque el gran hombre ya no salta a la cancha cada noche, sigue llevándose mucho dinero a casa.

Además de sus diversos trabajos, que van desde la NBA en TNT hasta anuncios para diversas marcas, O’Neal es también un hábil hombre de negocios. Shaq fue uno de los primeros inversores en Google y Apple, entre otras empresas; también posee franquicias de comida rápida, lavados de coches y un complejo de apartamentos en su ciudad natal, Newark, Nueva Jersey.

Gracias a esas inversiones, Shaq ingresa unos 60 millones de dólares al año. A pesar de que su carrera como jugador terminó hace casi 10 años, su patrimonio neto se ha disparado hasta los 400 millones de dólares.

El miedo es el factor motivador de Shaquille O’Neal

El deporte profesional está lleno de innumerables historias de advertencia de atletas que perdieron enormes cantidades de dinero después de que sus cheques de juego dejaran de llegar. Shaquille O’Neal ha querido asegurarse de no seguir el mismo camino.

«El miedo», explicó Shaq a Zack O’Malley Greenburg de Vanity Fair. «El setenta y cinco por ciento de los deportistas se arruinan a los dos años de estar jugando… Volví, obtuve mi máster en negocios y mi doctorado. Observé a tipos como Magic y Jordan, y los vi muy, muy de cerca. La gente decía: ‘Tienes que invertir, tienes que saber en qué estás invirtiendo'»

Aunque el miedo puede ser una fuerza paralizante, también puede ser un gran motivador. Shaquille O’Neal lo utilizó como esto último; sin embargo, basándose en su patrimonio neto, ya no tiene nada de qué preocuparse.

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