Ahora que el colegio ha empezado de nuevo, hay algunas enfermedades comunes que debes vigilar en tus hijos… y en ti mismo. Al fin y al cabo, cualquier cantidad de virus puede transmitirse entre padres e hijos, especialmente la conjuntivitis.
La conjuntivitis, la complicada palabra también conocida como ojo rosado, es una enfermedad común en los niños pequeños. Cómo podemos tener tanta suerte?
Debido a que esta infección es tan contagiosa, se transmite fácilmente entre los niños en el patio del colegio, incluso si tu hijo no entra en contacto con la fuente de la infección. ¿Qué puede hacer un niño? Esta prevalencia también significa que los adultos que trabajan con niños, como los trabajadores de las guarderías o los profesores, tienen un mayor riesgo de contraer la conjuntivitis que los adultos con otros trabajos en los que los niños no suelen estar.
Si le preocupa que usted y/o su hijo se hayan visto afectados por los frustrantes efectos secundarios de la conjuntivitis, esto es lo que debe saber sobre esta común enfermedad.
¿Qué es la conjuntivitis?
Típicamente se piensa que la conjuntivitis es una infección viral del ojo, pero también puede ser causada por alérgenos, bacterias y otras infecciones ya presentes en el cuerpo. De hecho, los niños y los adultos son más propensos a desarrollar conjuntivitis si ya tienen una infección en los senos o en los oídos, ¡es bueno saberlo!
La conjuntivitis causada por las alergias se conoce como conjuntivitis alérgica y suele ser el resultado de la fiebre del heno (síntomas de secreción nasal, picor de ojos, congestión, estornudos y presión en los senos) en otoño. Por suerte, esta forma de conjuntivitis no es contagiosa.
Si la fuente de infección proviene de una bacteria u otro cuerpo extraño, se conoce como conjuntivitis irritante. Esta forma de conjuntivitis es muy contagiosa y se recomienda que los que sufren de conjuntivitis irritante eviten el contacto con otras personas durante al menos 24 horas completas después de empezar a tomar antibióticos. ¿Hora de ver Netflix? Sí. Sin embargo, en el caso de las infecciones víricas, la conjuntivitis es contagiosa mientras los síntomas persistan: lávate las manos a menudo, utiliza una toalla limpia a diario y cambia la funda de la almohada con regularidad.
¿Qué aspecto tiene la conjuntivitis?
¿Sabes qué aspecto tiene la conjuntivitis? La conjuntivitis se parece a lo que su nombre indica: el blanco del ojo suele tener un aspecto más rosado e inyectado en sangre. Si por casualidad tiene ojo rosado cerca de Halloween, ¿podríamos sugerirle el conveniente aspecto de zombi? De lo contrario, algunos casos de conjuntivitis pueden causar hinchazón y enrojecimiento alrededor del ojo, dificultando su apertura y esto puede ser duro para los niños pequeños.
Otro rasgo distintivo de la conjuntivitis es la incomodidad. Muchos niños dicen que la conjuntivitis se siente como si tuvieran arena en los ojos. La conjuntivitis suele ir acompañada de ojos llorosos o de una secreción espesa que obstruye las pestañas después de una noche de sueño. Cuando notes estos síntomas, es importante que te laves las manos y acudas a tu centro de atención urgente más cercano para recibir un diagnóstico y tratamiento rápidos.
¿Cómo se trata la conjuntivitis?
Así como hay muchas causas de la conjuntivitis, también hay muchos remedios caseros para tratarla. La conjuntivitis viral debe desaparecer por sí sola, aunque los proveedores de atención urgente suelen recetar medicamentos para ayudarle a sobrellevar los síntomas de la enfermedad. En otros casos, el médico le recetará gotas oftálmicas antibióticas o le administrará un antihistamínico. Independientemente de ello, el profesional sanitario que le realice el examen ocular no debería tener problemas para diagnosticar un caso de conjuntivitis y ofrecerle el remedio perfecto para sentirse mejor.
Si cree que tiene conjuntivitis, no dude en visitar su clínica de atención urgente más cercana para recibir tratamiento si no puede conseguir una cita rápida con su médico y necesita ser atendido de inmediato.
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