Los pedos son raros. Nos parece perfectamente bien cuando soltamos uno, a pesar de la bomba fétida que puede ser. Podemos tolerar los nuestros, ¿pero si otro corta el queso? Ah, no. Lo suyo es insoportable.

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Bien, sabemos lo que estás pensando: «Qué asco, ¿esto es ciencia?» y «Caray, ¿cómo lo han sabido?». Pues sí, y es que lo sabemos porque todos hemos pasado por ello. Tirarse pedos es una función perfectamente normal (y necesaria) de nuestros gloriosos cuerpos humanos. Los gases se acumulan en nuestros intestinos por varias razones. Puede deberse a la ingestión involuntaria de demasiado aire, a los subproductos de las bacterias que viven en nuestro intestino y nos ayudan a digerir los alimentos, o a reacciones químicas en el intestino. Todo ese gas tiene que salir de alguna manera. Básicamente, ¡sería raro que no tuvieras gases!

Deja que AsapSCEINCE ayude a responder algunas de las preguntas más apremiantes de la vida de una manera que no apeste. En el vídeo, sugieren que podemos «preferir» el olor de nuestros propios pedos porque es familiar y contiene una firma genética que es única para cada uno de nosotros. Curiosamente, la tolerancia a los pedos en general se basa en otros factores como la edad, la cultura y la personalidad. Mira el vídeo de AsapSCIENCE de arriba para saber más.

¿Por qué nos gustan nuestros propios pedos? | AsapSCIENCE

Stephanie Lee es una escritora nómada con un problema de Sriracha. Visita su blog en http://fitngeeky.tv/ para ver sus opiniones más ligeras sobre fitness y sus travesuras. También puedes seguirla en Twitter y Facebook.

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