Defendió nuestros derechos, iniciando un debate global sobre la vigilancia masiva que cambió el mundo, pero el denunciante Edward Snowden se enfrenta a décadas de prisión por ello. Actualmente exiliado en Rusia, se le busca en Estados Unidos, donde podría cumplir hasta 30 años de prisión por exponer los abusos de los derechos humanos por parte de gobiernos de todo el mundo.
Revelación de la vigilancia masiva por parte de los gobiernos
Cuando Edward Snowden compartió documentos de la inteligencia estadounidense con los periodistas en junio de 2013, reveló el impactante alcance de la vigilancia masiva global. Mostró cómo los gobiernos estaban recogiendo en secreto grandes cantidades de nuestras comunicaciones personales, incluyendo correos electrónicos privados, localizaciones telefónicas, historiales web y mucho más, todo ello sin nuestro consentimiento.
Su valentía cambió el mundo. Provocó un debate global, cambiando las leyes y ayudando a proteger nuestra privacidad. Edward Snowden es un héroe de los derechos humanos, aunque se enfrenta a décadas de prisión bajo cargos que lo tratan como un espía que vendió secretos a los enemigos de EE.UU.
Cambió nuestra forma de pensar sobre la vigilancia
En 2013, Edward Snowden tomó la valiente decisión de denunciar los abusos contra los derechos humanos por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), el departamento de inteligencia del gobierno de EE.UU., que había conocido cuando trabajaba allí como contratista.
Snowden reveló abusos de los derechos humanos a escala masiva y global – sin embargo, sigue siendo castigado por dar el soplo, y contar al mundo los abusos.
La decisión de Snowden cambió la cara de las comunicaciones digitales en todo el mundo. Gracias a él, ahora sabemos que los gobiernos -incluidos los de Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia- capturan y almacenan nuestra información privada sin nuestro consentimiento.
Sin embargo, Snowden ha pagado un alto precio por exponer los abusos. Inmediatamente después de revelar las prácticas de la NSA al periódico The Guardian, huyó de Estados Unidos y pidió asilo en Rusia, donde permanece hasta hoy.
Si Snowden regresa a su país, se enfrenta a la cárcel por haber sacado a la luz los abusos contra los derechos humanos.
Sigue enfrentándose a cargos de espionaje
Estados Unidos busca extraditar a Snowden desde Rusia. El Departamento de Justicia estadounidense le ha acusado de violar la Ley de Espionaje por su participación en la revelación de los programas de vigilancia masiva a nivel mundial. Si se le declara culpable, Snowden se enfrenta a 30 años de prisión.
Snowden reveló la información en interés público, para exponer la violación, hasta ahora secreta y sin precedentes, del derecho a la privacidad de naciones enteras. Es un denunciante que expuso los abusos de los derechos humanos a escala masiva – y no debería ser castigado por hacerlo.
Los cargos a los que se enfrenta Snowden en virtud de la Ley de Espionaje de 1917 son anticuados y están mal equipados para tratar las circunstancias de su caso – y si es juzgado por delitos en virtud de la Ley de Espionaje, se le podría impedir presentar una defensa que explique que sus motivos eran de interés público.
Altos funcionarios estadounidenses han condenado a Snowden sin juicio, tachándolo de culpable y traidor, lo que plantea serias dudas sobre si recibiría un juicio justo en caso de regresar.
Además de los cargos que se le imputan, las autoridades estadounidenses han revocado el pasaporte de Snowden, lo que interfiere en su derecho a la libertad de movimiento y a solicitar asilo. Sigue sin poder viajar a los países que le han extendido la oferta de asilo. EE.UU. sigue apoyándose en los gobiernos de todo el mundo para impedir su tránsito por sus territorios o viajar por su espacio aéreo.
Los denunciantes deben ser protegidos
Existen protecciones en torno a los denunciantes cuando la información que han revelado se considera de interés público. Las revelaciones de Snowden, sin duda, llamaron nuestra atención sobre abusos antes desconocidos.
En los tres años transcurridos desde sus revelaciones, Snowden ha cambiado nuestra forma de pensar sobre la comunicación en línea y en nuestro teléfono. Sin él, sencillamente no sabríamos ni podríamos abordar la cuestión de la vigilancia de nuestras comunicaciones digitales privadas. En el Reino Unido, Amnistía ha presentado cargos contra el gobierno británico y sus agencias de inteligencia por motivos de derechos humanos, y ha ganado. Snowden sacó la información a la luz – sin embargo, los estrictos cargos contra él permanecen.
Snowden debe ser indultado
Unimos fuerzas con el Movimiento de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) para solicitar al presidente Barack Obama – presidente de Estados Unidos en ese momento – que indulte a Edward Snowden antes de que termine su segundo mandato como presidente.
Snowden denunció los abusos de los derechos humanos únicamente por el interés público. Creemos que no debe ser castigado más por este acto.
Más de 20.000 personas en el Reino Unido firmaron nuestra petición pidiendo al gobierno de Estados Unidos que conceda el indulto.
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