Los trastornos obsesivo-compulsivos y otros relacionados se definen en el DSM-5 e incluyen el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad1 (TOC) o el trastorno anankástico de la personalidad en la CIE-10.2 Se cree que su prevalencia es del 1-2% en la población general, pero se da con mucha más frecuencia en poblaciones psiquiátricas3 y está poco reconocido y poco investigado,4 aunque está empezando a cobrar mayor conciencia.5
En un entorno clínico, estos pacientes pueden parecer que funcionan bien y a menudo tienen un alto rendimiento, por lo que puede ser difícil determinar los problemas que se deben tratar. Sin embargo, los miembros de la familia y las parejas son a menudo muy conscientes de las dificultades de vivir con alguien con OCPD y pueden proporcionar una valiosa información colateral a los servicios de salud mental.
El OCPD es un tipo de personalidad en el que prima la necesidad de perfeccionismo en todos los aspectos de la vida. Los individuos con OCPD mantienen estándares elevados que se originan en creencias disfuncionales que se cree que se establecen en la adolescencia temprana.6 Alejarse de estas creencias rígidas puede causar disonancia cognitiva interna, lo que les lleva a imponer sus creencias a los demás, creando dificultades en las interacciones sociales. Cogniciones inflexibles como «mi manera es la correcta», «debo ser dueño de la verdad» y «todo no está bien si no se hace así» están profundamente arraigadas, por lo que se resisten a reconocer alternativas a su forma de pensar.7 En el trastorno obsesivo-compulsivo, las insuficiencias sólo se reconocen en los demás y en el entorno externo, y los pacientes no albergan distonía del ego ni se cuestionan a sí mismos.
En la superficie, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden parecer seguras de sí mismas, cálidas, organizadas y de alto rendimiento; sus estándares meticulosos pueden beneficiarles en ciertas profesiones. Sin embargo, como ocurre con cualquier trastorno de la personalidad, los rasgos sobreexpresados causarán disfunciones y el TOCP se presenta con frecuencia con comorbilidades psiquiátricas.4 Los rasgos del TOCP incluyen la preocupación y la insistencia en los detalles, las reglas, las listas, el orden y la organización; el perfeccionismo que interfiere con la realización de las tareas; la duda excesiva y el ejercicio de la cautela; la concienciación excesiva, así como la rigidez y la terquedad.1,2 Imagínese que ésta es una descripción para una pareja potencial. Sin duda, los seres queridos que reciban la relación experimentarán agotamiento, infelicidad y frustración. Vivir con personas que tienen una mentalidad fija e imponen sus opiniones y su visión de la vida puede tener efectos devastadores.
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