¿Cuál es la función de la placenta?

Cuando estás embarazada, la placenta se desarrolla junto con tu bebé para proporcionarle nutrientes y oxígeno. Se adhiere a la pared del útero y conecta al bebé con su sistema sanguíneo. Después de que tu bebé nazca, la placenta saldrá, por lo que también se conoce como placenta posparto (RCOG, 2018a).

¿Qué es una placenta baja?

Cuando la placenta se adhiere en la parte baja del útero, oirás a la gente referirse a ella como placenta baja. Suelen detectarse en la ecografía rutinaria de las 20 semanas.

A medida que el útero crece hacia arriba, es probable que la placenta se aleje del cuello uterino. Tu matrona lo comprobará durante una exploración adicional a las 32 semanas (RCOG, 2018a). Si en esa exploración se comprueba que tu placenta sigue estando baja, te harán otra exploración a las 36 semanas (RCOG, 2018a).

En esa exploración, si la placenta se ha alejado 2 cm o más del interior del cuello uterino, entonces puedes optar por un parto vaginal (RCOG, 2018a).

Si no es así, se define como placenta previa o previa. Solo una de cada 10 mujeres que tienen una placenta baja desarrollará placenta previa (RCOG, 2018a).

Entonces, ¿qué es la placenta previa?

Cuando la placenta cubre parte o todo el cuello del útero en los últimos meses del embarazo, se llama placenta previa. Ocurre en alrededor de uno de cada 200 embarazos (Sekiguchi et al, 2013).

placenta previa

La placenta previa puede ser mayor o menor: una placenta previa mayor cubre todo el cuello uterino, y una placenta previa menor solo cubre una parte (RCOG, 2018b). También oirás que los médicos y las matronas la llaman placenta previa o posterior. Esto depende de si se encuentra en la pared frontal (anterior) o posterior (trasera) del útero (Jang et al, 2011).

¿Cuáles son los riesgos de la placenta previa?

Con la placenta previa, existe la posibilidad de que se produzca una hemorragia en la segunda mitad del embarazo. Esto se debe a que es cuando la placenta se encuentra en la parte inferior del útero, que se va estirando a medida que el bebé crece (RCOG, 2018a).

El estiramiento pone en tensión la conexión entre la placenta y la pared del útero. El sangrado puede ser abundante y, en raras ocasiones, arriesgado para tu bebé.

La probabilidad de sangrado es mayor si la placenta está en la pared frontal del útero (Jang et al, 2011).

Cuando la placenta está bloqueando la salida del bebé, te aconsejarán que tengas un parto por cesárea. Esto asegurará que el bebé nazca de forma segura (RCOG, 2010, 2018a).

También hay una mayor probabilidad de que el bebé nazca de forma prematura (antes de las 37 semanas) y con problemas, como resultado de la placenta previa (Sekiguchi et al, 2013).

¿Cómo se obtiene el diagnóstico de la placenta previa?

La ecografía suele detectar si tienes placenta previa (Bhinde et al, 2003). Pero si tu ecografía no es clara, una resonancia magnética puede mostrar si tienes un mayor riesgo de padecerla (RCOG, 2018b).

También se podría sospechar que tienes placenta previa si tienes un sangrado en la segunda mitad del embarazo (RCOG, 2018a). El sangrado no se asocia a dolor y suele producirse después de las relaciones sexuales.

Ocasionalmente, se puede sospechar de placenta previa más adelante en el embarazo. Esto podría ocurrir si el bebé está en una posición inusual, como de nalgas (de nalgas) o acostado a lo largo del útero (transversal) (RCOG, 2018a).

¿Qué tratamiento tendrás si tienes placenta previa?

«Las mujeres con placenta previa tienen una alta probabilidad de tener partos prematuros y hemorragias importantes (RCOG, 2018a). Así que tendrás una atención adaptada a lo que necesitas (RCOG, 2018b).»

Si es tu caso y experimentas sangrado, contracciones o dolor, asegúrate de ponerte en contacto con el hospital y acudir inmediatamente. Asegúrate también de tener a alguien contigo (RCOG 2018a, 2018b).

¿Cuáles son las causas de la placenta previa?

La probabilidad de tener una placenta previa es mayor si:

  • tienes más de 35 años
  • te has sometido a un tratamiento de fertilidad, especialmente la FIV
  • has tenido una cirugía uterina o tienes una anomalía uterina como los fibromas
  • esperas más de un bebé
  • has tenido un parto por cesárea anterior
  • has tenido un aborto previo
  • fumas durante el embarazo
  • consumes cocaína durante el embarazo
  • esperas un niño.

(Faiz y Ananth, 2003; Laughon et al, 2005; RCOG, 2018a)

¿Hay algo más a tener en cuenta si tengo una placenta previa?

Si tienes una placenta previa confirmada, se te aconsejará que evites las relaciones sexuales con penetración durante el embarazo. Esto es especialmente cierto si ha tenido una hemorragia después del sexo (Polomeno, 2000; Read, 2004; Allen y Fountain, 2007). También te ofrecerán un examen con espéculo para ver el lugar y la cantidad de la hemorragia. Consume mucho hierro para reducir el riesgo de anemia (RCOG, 2018a).

Esta página fue revisada por última vez en mayo de 2018.

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