En los últimos dos años, las regulaciones establecidas por la Security and Exchange Commission (SEC) han sufrido varios cambios. Estos cambios fueron el resultado de la Ley Jumpstart Our Business Startups de 2012. La Ley JOBS, como se la conoce más comúnmente, pretendía, en parte, «reducir las barreras a la formación de capital, especialmente para las empresas más pequeñas.» En otras palabras, la Ley JOBS pretende ayudar a las empresas a atraer a los inversores más fácilmente a través del establecimiento de la Regla 506(c), y un impulso para regular el crowdfunding de capital.
Antes de la Ley JOBS, las empresas estaban exentas de registrar sus transacciones, siempre y cuando no hubiera una oferta pública de por medio. Una de las condiciones era que no se permitía a la empresa utilizar la «solicitud general para comercializar los valores.» Esencialmente, a las empresas no se les permitía hacer publicidad o utilizar el crowdfunding para atraer a los inversores.
Entonces, ¿qué hace la Regla 506(c)? Se deshace de la prohibición de la solicitud general, siempre y cuando los inversores resultantes de esa solicitud sigan algunas reglas.
¿En qué se diferencia eso del crowdfunding, te preguntarás? La definición de crowdfunding de Investopedia destaca las restricciones del crowdfunding, es decir, cuánto se puede invertir. Esta restricción tiene como objetivo proteger a los individuos de perder el dinero que invierten, especialmente porque el 25% de las nuevas empresas fracasan en su primer año (la tasa de las que siguen en el negocio después de cuatro años oscila entre el 37 y el 58%, dependiendo de la industria).
Examinemos el marco básico del 506(c) y el crowdfunding:
Puedes pensar en las ofertas 506(c) y el crowdfunding como primos. Ambos tienen como objetivo facilitar a las empresas el acceso a una red diversa de inversores, y ambos aprovechan el potencial de las nuevas tecnologías para conseguir capital de forma rápida y barata.
Pero, hay algunas diferencias cruciales entre ambos. Una pauta básica es que, en la mayoría de los casos, una oferta 506(c) tiene menos restricciones que el crowdfunding, excepto cuando se trata de quién puede invertir, donde las reglas son más estrictas para un 506(c).
¿Quién puede invertir?
Este es el área donde el crowdfunding ofrece una oportunidad más flexible para lanzar una red amplia. Las ofertas de la regla 506(c) sólo pueden ser realizadas por inversores acreditados, mientras que las empresas de crowdfunding son libres de aceptar también el respaldo de inversores no acreditados.
Además, los inversores de la regla 506(c) deben ser verificados como inversores acreditados. Las empresas pueden utilizar un servicio de terceros, como Verify Investor, o asumir el riesgo de realizar la acreditación en casa. El problema es que los inversores son a menudo reacios a proporcionar información financiera sensible sobre sí mismos a una empresa que están de acuerdo en apoyar, por lo que ir con un servicio de terceros es a menudo la forma más rápida y más fácil de pasar el obstáculo de verificación.
¿Cuánto capital se puede recaudar?
Aquí es donde la limitación más importante de crowdfunding viene. Mientras que las ofertas 506(c) no tienen límite en su potencial de recaudación de capital, los crowdfunders están restringidos a un tope anual de 1 millón de dólares. Mientras que esto a menudo funciona para los músicos, autores y algunas empresas, puede no ser útil para un negocio que necesita una gran cantidad de capital por adelantado con el fin de ponerse en marcha.
¿Se permite la publicidad?
Aquí hay algo que podría sorprenderte: mientras que las ofertas 506 (c) se comercializan y anuncian libremente ahora, las normas que supervisan la solicitud de crowdfunding son mucho más restrictivas. La publicidad general está muy limitada, y la divulgación principal tiene que producirse en un «portal de financiación» establecido, es decir, uno de los sitios web de crowdfunding que todos hemos visto en nuestras redes sociales.
¿Qué es legal ahora?
El 506(c) es legal ahora; el crowdfunding es más o menos legal. La SEC aún no ha emitido recomendaciones definitivas, y hasta ahora sólo 11 estados han legalizado el equity crowdfunding para empresas. Aun así, esos estados no permiten el uso de las redes sociales para atraer a los inversores, ya que Internet, obviamente, no se limita a las fronteras estatales. Aunque existe un marco sugerido, el equity crowdfunding (a no ser que sea a través de la Regla 506(c) a inversores acreditados) no es en gran medida legal todavía.
¿Qué es lo adecuado para su empresa?
Una serie de factores entran en juego a la hora de decidir si optar por las ofertas 506(c) o por el crowdfunding.
Las consideraciones incluyen:
- El tamaño y el alcance de su empresa: ¿Es suficiente un millón de dólares para ti, o necesitas más que eso para empezar? Si necesita más dinero por adelantado, debería optar por las ofertas 506(c). Si sus necesidades financieras son menores al principio, considere el crowdfunding.
- Su producto o servicio y su audiencia: Recuerde que su público también incluye a sus inversores potenciales. ¿Es probable que tengan la seguridad financiera para estar acreditados? Si es así, opte por el 506(c). Si busca una mayor variedad de inversores, el crowdfunding puede ser más atractivo.
- Su línea de tiempo: ¿Necesita capital ahora, lo que le obligaría a utilizar la regla 506(c), o puede esperar a que el dinero vaya llegando?
- Legalidad: Recuerde que el crowdfunding todavía implica algunos escollos legales en cuanto a la cantidad que se puede invertir. Los inversores acreditados son conscientes del riesgo que asumen cuando invierten, mientras que los inversores de pequeñas cantidades en un sitio de crowdfunding pueden no serlo. Tenga en cuenta la posibilidad de que se produzcan reacciones adversas en su plan de futuro, y recuerde ir sobre seguro y consultar a su abogado especializado en valores.
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