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No es raro que los adultos mayores, tanto hombres como mujeres, experimenten la pérdida de cabello y el encanecimiento. Pero la textura del cabello también puede cambiar con la fluctuación de las hormonas en la edad media y avanzada. El cabello que antes era liso puede volverse ondulado o áspero y el cabello grueso puede empezar a crecer más fino y delgado.
En algunos casos, los cambios en la textura del cabello, como la fragilidad, pueden ser el resultado de años de coloración, decoloración o alisado del cabello. Tratar el cabello con suavidad y usar un acondicionador profundo una vez a la semana puede ayudar a prevenir el daño o considerar tomar vitaminas como la biotina o el sílice para ayudar a fortalecer el cabello. Si el cabello está muy dañado, puede ser el momento de cortar algunos mechones o aceptar las canas. Una melena sana de cualquier tonalidad es una mejora sobre el cabello seco, dañado y quebradizo.
Los cambios hormonales durante la menopausia pueden hacer que la textura del cabello cambie gradualmente con el tiempo. Pero si el cambio es repentino, podría ser un signo de un problema de salud subyacente como el hipotiroidismo, la desnutrición o la infección y debe ser discutido con un médico. Un cambio rápido en la textura del cabello, junto con otros síntomas, puede ser una señal de alerta sanitaria. Algunos medicamentos también pueden causar un cambio en la textura del cabello, así que hable con su médico sobre los efectos secundarios preocupantes.
La dieta también puede desempeñar un papel en el mantenimiento de un cabello sano. El cabello y la piel necesitan zinc, biotina, hierro, vitamina E y ácidos grasos omega para mantenerse gruesos y brillantes. Con la edad, las glándulas sebáceas del cuero cabelludo producen menos sebo y el pelo empieza a adelgazar. Intenta incluir alimentos como el salmón, las verduras de hoja oscura, los huevos, los aguacates y las ostras como parte de una dieta saludable.
Si la textura del cabello ha cambiado, también puede ser el momento de ajustar el tipo de productos capilares que utilizas. Si el cabello, que antes era grueso, se está volviendo fino y liso, pueden ser útiles los champús, acondicionadores y productos de peinado más ligeros. Dejar que el pelo se seque al aire, algo que se está poniendo de moda después de años de alisado, también puede ayudar a prevenir los daños. Un nuevo peinado también puede ayudar a aprovechar el cambio de textura. ¿Siempre has querido tener el pelo rizado? Puede que consigas tu deseo más adelante.
Para saber más sobre cómo prevenir el daño del cabello, visita la página web de la Academia Americana de Dermatología siguiendo este enlace.
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