Toxicidad para las mascotas
El monóxido de carbono (CO), un gas venenoso que se produce en los incendios, los sistemas de escape de los coches y los generadores, es tóxico para todas las especies. Cuando se inhala en concentraciones suficientemente altas, provoca la falta de oxígeno (por ejemplo, hipoxia) en las células del cuerpo. En los perros y los gatos, la intoxicación por monóxido de carbono se produce de forma secundaria a la inhalación de incendios o humo, o a fallos en el sistema de generadores. El monóxido de carbono hace que los glóbulos rojos no transporten oxígeno y provoca una toxicidad grave en el corazón y el sistema nervioso central. Los signos de intoxicación incluyen el deterioro neurológico (por ejemplo, alteración mental, convulsiones, coma, sordera), dificultad para respirar o muerte aguda. El tratamiento incluye oxigenoterapia y cuidados sintomáticos y de apoyo agresivos.
Si cree que su perro o gato ha estado expuesto al gas monóxido de carbono, llame inmediatamente a su veterinario o a la línea de ayuda contra el envenenamiento de mascotas para que le aconsejen un tratamiento que le salve la vida. Tenga en cuenta que este gas también es venenoso para usted, y tome las medidas adecuadas y cuidadosas para protegerse también
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