Estoy casada desde hace 11 años; tengo poco más de 30 años y mi marido tiene más de 30 años. Estoy amargamente decepcionada y frustrada porque rara vez tenemos sexo. Cuando lo hacemos (una, quizá dos veces al año), él está interesado, pero soy yo quien lo inicia. Siempre he tenido un mayor deseo sexual y, al menos en los últimos años, si no inicio el sexo, no sucede.

Hemos discutido mucho sobre esto porque siento que nuestra relación se ha convertido en una amistad. Sí nos amamos y este es el único problema que tenemos, pero ha tenido un grave impacto en mi autoestima. Desde hace años hablo con él abiertamente de esto cada pocos meses. Cada vez, dice que se sorprende, y siempre hay una excusa. Luego me dice que todavía me encuentra atractiva y que se esforzará más, y eso dura una semana. No nos hemos engañado, es cariñoso y afectuoso.

Rara vez me siento mujer con él. Le he dicho que no puedo seguir así y que no es justo para ninguno de los dos. He intentado preguntarle si hay algo que me está ocultando: tal vez ya no está interesado en mí; tal vez es gay; o está interesado en algo sexualmente que le da miedo contarme. Pero él dice que está conmocionado y que no es nada de eso, simplemente está estresado o cansado o se le olvida hacer el esfuerzo.

Le he dicho que me iré si no podemos tener una relación sexual, y entonces se molesta, pero no creo que me tome en serio, sino algo habría cambiado. No quiero dejarle, pero tampoco quiero seguir así.

Una de las mayores mentiras que nos venden a las mujeres es que los hombres tienen un apetito sexual insaciable que no podemos satisfacer. Ciertamente no es así, y problemas como el tuyo no son inusuales. Pero 31 años es demasiado joven para renunciar a tu vida sexual. ¿Y si quieres tener hijos? No quisiera decirte que dejes un matrimonio con el que dices ser feliz pero, igualmente, quiero que te preguntes: ¿y si nada cambia? ¿Realmente quieres seguir en la misma posición dentro de 10 años?

Cuando una pareja tiene un problema y uno de ellos no quiere discutirlo, entonces realmente, tienes dos problemas: la incapacidad de comunicarse es un asesino.

La frecuencia con la que una pareja tiene sexo es un problema sólo si no están de acuerdo. Y tú no lo haces; como resultado, eres muy infeliz y eso está erosionando tu autoestima. Tu marido no lo ve o no le importa lo suficiente como para hacer algo al respecto. Estas son grandes banderas rojas para mí. Creo que ves la falta de sexo como algo que no debería romper una relación, pero si es realmente importante para ti, entonces es un factor de ruptura, porque finalmente eclipsará todo lo demás.

Le pregunté a Krystal Woodbridge, asesora sexual y de relaciones (cosrt.org.uk), qué pensaba. «La libido baja puede ser difícil de tratar», dijo. «Es difícil tratar sólo a una mitad de la pareja porque tienes a uno de los dos pensando: ‘¿Qué me pasa?’ y al otro evitando el sexo, sin motivación para cambiar y evitando el tema. Si no hay comunicación, es muy difícil de solucionar. Pero si es un problema para uno de los dos, es un problema para los dos».

«El bajo deseo sexual», continuó, «puede estar relacionado con la ira reprimida o el resentimiento, y en estos casos el sexo puede ser retenido y tratado como un arma».

A continuación, dijo que su marido realmente necesita ser examinado por un médico de cabecera para asegurarse de que no hay problemas de salud subyacentes y para establecer si tiene baja testosterona. Es posible que sea asexual: no está muy interesado en el sexo pero sí en la parte romántica del amor (y, sobre todo, está interesado en usted, pero no de la manera que a usted le gustaría).

Si su marido tiene algún tipo de disfunción sexual, eso podría llevarle a evitar el sexo. Pero entiendo que nada de esto se puede averiguar, o trabajar, si él no quiere hablar contigo.

Los dos tenéis que resolver esto. Si él no quiere hablarlo , entonces debes pensar en el tipo de futuro que quieres.

  • Todas las semanas Annalisa Barbieri aborda un problema relacionado con la familia enviado por un lector. Si quieres que Annalisa te aconseje sobre un asunto familiar, envía tu problema a [email protected]. Annalisa lamenta no poder mantener correspondencia personal. Los envíos están sujetos a nuestros términos y condiciones: véase gu.com/letters-terms.

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