Durante una reciente clase de diabetes María, recién diagnosticada con diabetes tipo 2, dijo «¿Qué diablos es la metformina? Todo el mundo que conozco la toma. He empezado a llamarla vitamina M porque es más común que los suplementos de vitamina C». Esto nos hizo reír a carcajadas al reconocer la verdad de esa observación.

La metformina es un importante agente antidiabético que se utiliza ampliamente para los pacientes con diabetes y también se ha utilizado eficazmente con los pacientes que están en riesgo de diabetes. Según los Estándares de Atención Médica en Diabetes 2019 de la Asociación Americana de Diabetes, «la metformina, si no está contraindicada y si se tolera, es el agente farmacológico inicial preferido para el tratamiento de la diabetes tipo 2.» La metformina ha estado en el mercado en los Estados Unidos desde 1995. Con esta larga historia de uso, sabemos mucho sobre cómo funciona la metformina y cómo responden las personas a este valioso medicamento.

¿Cómo funciona la metformina?

La metformina actúa de varias maneras para reducir los azúcares en sangre:

1. La metformina reduce la cantidad de azúcar que se produce en el hígado y se libera en el torrente sanguíneo. Antes de tener diabetes, el hígado liberaba azúcar en el torrente sanguíneo para evitar que bajara demasiado; ahora que tiene diabetes de tipo 2, el hígado no recibe el mensaje de dejar de producir azúcar cuando el nivel de azúcar en sangre ya es alto. La metformina ayuda a corregir este problema y ralentiza la producción de azúcar en el hígado.

2. La metformina también mejora la sensibilidad a la insulina de los músculos. Cuando se tiene diabetes tipo 2, la insulina no funciona tan bien como antes de la diabetes. La insulina es necesaria para trasladar el azúcar de la sangre a la célula muscular, donde se puede utilizar para obtener energía. Cuando la insulina no funciona bien, el azúcar permanece en el torrente sanguíneo, causando estragos en los vasos sanguíneos. La metformina ayuda a llevar el azúcar a su destino adecuado, a sus células.

3. La metformina también disminuye la absorción intestinal de la glucosa.

La metformina puede ayudar a perder peso. Aunque no es un medicamento para la pérdida de peso y las investigaciones no indican un gran impacto en la pérdida de peso, sabemos que NO se asocia con el aumento de peso. Por el contrario, algunos medicamentos para la diabetes SÍ están asociados al aumento de peso. Eso es una ventaja significativa porque sabemos que lo último que necesita la mayoría de la gente es ganar peso con su tratamiento de la diabetes.

La metformina también puede proporcionar algún beneficio cardiovascular. Aunque, este beneficio no es la función principal de la metformina, es un pequeño extra feliz. Las investigaciones demuestran que la metformina puede reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, reducir el colesterol LDL, la acumulación de placa y el peso.

¿Cuáles son los efectos secundarios comunes de la metformina? Sirve de algo tomar metformina de liberación prolongada?

Los efectos secundarios más comunes de la metformina son las alteraciones gastrointestinales como náuseas, vómitos, gases, diarrea y malestar estomacal.

Tomar metformina con las comidas puede reducir estos síntomas. Empezar con una dosis baja y aumentarla gradualmente con el tiempo también puede ayudar. Por eso su médico puede recetarle 500 mg para empezar, y aumentar hasta 1000 o 2000 mg en varias visitas. Esto no significa que haya hecho nada malo o que su medicación no esté funcionando, es simplemente una estrategia para ayudarle a sentirse más cómodo. Muchas personas a las que les molesta la metformina al principio descubren que estos síntomas disminuyen gradualmente con el tiempo; y algunas personas descubren que estos síntomas nunca mejoran.

La metformina de liberación prolongada puede disminuir estos efectos secundarios y la dosis de una vez al día es más conveniente y puede dar lugar a menos dosis olvidadas.

¿Algunas personas son alérgicas a la metformina?

La alergia a la metformina es extremadamente rara. Sin embargo, al igual que ocurre con otros medicamentos, puede producirse una alergia a la metformina. Si sospecha que tiene una reacción alérgica, hable con su médico de inmediato o acuda al servicio de urgencias más cercano.

¿Quién no debe tomar metformina para la diabetes?

Las dos razones más comunes por las que los pacientes no deben tomar metformina incluyen: la intolerancia y el daño renal:

Los pacientes que no se adaptan o no pueden tolerar las alteraciones gastrointestinales serían cambiados a otro medicamento para el control del azúcar en sangre.

La diabetes puede causar daños en nuestros riñones, y cuando éstos empiezan a mostrar estos daños, su médico le recomendará que cambie a otra medicación para el control de la glucemia. Esto no quiere decir que la metformina haya causado el daño, sino que, una vez que se ha alcanzado un determinado nivel de daño, ya no se puede tomar metformina.

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