Muchos niños con TDAH pierden el apetito como efecto secundario de sus medicamentos para el TDAH. Para un padre, esta pérdida de apetito es frustrante, ya que usted quiere que su hijo se alimente bien, pero también quiere que se beneficie de los medicamentos para el TDAH. Afortunadamente, hay medidas que puede tomar para controlar tanto el TDAH de su hijo como la pérdida de apetito.
«Un grupo selecto de medicamentos para el TDAH, denominados estimulantes -comúnmente basados en el metilfenidato o la anfetamina-, causan la supresión del apetito en alrededor del 10 por ciento de todos los niños tratados», explica el psiquiatra Floyd Sallee, MD, PhD, profesor de psiquiatría y neurociencia del comportamiento en la Universidad de Cincinnati en Ohio.
Todos los niños son diferentes en su respuesta a la medicación. El apetito puede verse afectado por la frecuencia con la que el niño toma los medicamentos para el TDAH y por la intensidad de la dosis. Muchos niños con TDAH sólo experimentan una pérdida de apetito leve o temporal debido a los medicamentos.
Sin embargo, el Dr. Sallee recomienda llamar al médico de su hijo si la pérdida de apetito persiste durante más de dos semanas – o resulta en una pérdida de 5 a 10 libras (o más) en un período de 30 días. Su hijo podría necesitar un cambio de prescripción, de dosis o de horario de la medicación. Dado que la pérdida de apetito severa y continuada ha llevado a algunos niños con TDAH a no crecer tanto o a no ganar peso al mismo ritmo que sus compañeros, es importante que no ignore este efecto secundario de la medicación para el TDAH.
Si la pérdida de apetito de su hijo es leve -lo que significa que sólo es ocasional o no causa ninguna pérdida de peso u otros signos de mala salud-, hacer ajustes en su dieta en lugar de los medicamentos para el TDAH podría ayudar.
Los niños con TDAH que tienen problemas de apetito a menudo están bien con comidas pequeñas y frecuentes en lugar de las habituales tres comidas grandes al día. Sallee aconseja ajustar los horarios de las comidas y asegurarse de que cada pequeña comida y tentempié esté repleto de nutrientes para compensar cualquier comida que pueda faltar durante el día. Experimente con nuevos sabores y combinaciones de alimentos para encontrar los pequeños bocados más apetecibles.
Planificación de comidas para el TDAH y la pérdida de apetito
Si los niños con TDAH se benefician de un tipo de dieta específica ha sido objeto de un acalorado debate, pero hay ciertas pautas que le ayudarán a tomar las decisiones más saludables en general para su hijo:
- Conozca las recomendaciones de calorías diarias. Si no está seguro de cuántas calorías necesita su hijo al día, las Guías Alimentarias para los Estadounidenses son una excelente fuente de información. El sitio le permite elaborar una dieta personal para su hijo en función de la edad, el sexo y el nivel de actividad. Por ejemplo, según el planificador interactivo, un niño de seis años que hace entre 30 y 60 minutos de ejercicio al día necesita consumir unas 1.600 calorías diarias. El sitio también desglosa las recomendaciones por grupos de alimentos para ayudarle a decidir la cantidad de fruta, verduras, carne y cereales integrales que debe dar a su hijo cada día.
- Elija alimentos integrales. Tanto las Guías Alimentarias para los Estadounidenses como las investigaciones sobre el impacto de la dieta en los niños con TDAH hacen hincapié en los alimentos integrales -verduras y frutas frescas, así como comidas caseras- por encima de los alimentos con conservantes, sal, azúcar o grasas añadidas. Ofrezca alimentos con granos integrales en lugar de harinas refinadas y azúcares para que incluso una pequeña comida sea más potente desde el punto de vista nutricional para los niños con TDAH que se enfrentan a la pérdida de apetito. Además, los niños con TDAH pueden beneficiarse de una dieta libre de colorantes artificiales y otros aditivos. Por lo tanto, elija rodajas de manzana con mantequilla de cacahuete natural en lugar de una bolsa preenvasada de comida para picar.
- Considere los ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3 pueden beneficiar a los niños con TDAH, así que procure incluir estas grasas saludables en la dieta de su hijo siempre que sea posible. Se encuentran en pescados grasos como el salmón, en las semillas de lino y en ciertos tipos de frutos secos como las nueces.
- Añada alimentos ricos en hierro. Los estudios sugieren que los niños que tienen un bajo nivel de hierro tienen un mayor riesgo de empeorar los síntomas del TDAH. Aunque los datos no son concluyentes, los alimentos ricos en hierro, como las carnes, los huevos y los cereales fortificados, pueden desempeñar un papel en cualquier dieta saludable. Si le preocupa la ingesta de hierro, hable con el médico de su hijo acerca de un análisis de sangre para saber si su hijo necesita más hierro.
- Reduzca el azúcar. Los estudios no han demostrado de forma concluyente que eliminar el azúcar añadido de la dieta reduzca los síntomas del TDAH. Sin embargo, todos los niños, incluso los que no tienen TDAH, parecen prestar más atención si omiten el azúcar añadido. En lugar de refrescos o zumos azucarados, anime a su hijo a beber leche baja en grasa, que le aportará más nutrientes. Cuando intente que cada comida o tentempié sea calórico, tenga cuidado de no elegir alimentos con azúcares añadidos. Según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, de media un niño de seis años no debería ingerir más de 130 calorías al día procedentes de azúcares o grasas añadidas.
Todos los padres se esfuerzan por asegurarse de que la dieta de sus hijos sea equilibrada y saludable. Esto puede ser especialmente difícil para los padres de niños con TDAH. Experimentar con nuevas variedades de alimentos, tamaños de las porciones y horarios de las comidas puede ser una forma divertida y exitosa de resolver el problema y establecer un vínculo con su hijo.
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