PerrosEditar

Una radiografía del tórax de un perro con megaesófago. Los bordes del esófago se muestran con las flechas amarillas. (En esta imagen, el extremo de la cabeza del perro está a la derecha, y el de la cola a la izquierda

El megaesófago también puede ser un síntoma de la enfermedad miastenia gravis. La miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular en la que el síntoma principal es la debilidad en varias partes del cuerpo del perro. Sin embargo, cuando la miastenia gravis se presenta en perros de edad avanzada, se considera una enfermedad inmunomediada. A menudo, cuando se diagnostica la miastenia gravis en perros de edad avanzada, el primer síntoma que puede manifestar el perro es el megaesófago.

La miastenia gravis se produce cuando los receptores de acetilcolina (receptores nicotínicos de acetilcolina) no funcionan correctamente, por lo que el músculo no es estimulado para contraerse. Existe un invento conocido como «silla de baile» que utiliza la fuerza de la gravedad para empujar hacia abajo los líquidos y la comida en el estómago del perro. Por lo general, se sabe que los perros entienden cuándo es el momento de comer en su silla bailey, y esto ayuda a prevenir problemas. Las sillas Bailey se pueden fabricar y se venden.

En dos incidentes no relacionados en Letonia y Australia el megaesófago se desarrolló en perros que habían comido ciertas marcas de comida para perros, sin embargo no se ha encontrado ningún agente que pudiera haber causado el trastorno en las pruebas de laboratorio de los alimentos.

DiagnósticoEditar

Una distinción importante para reconocer el megaesófago es la diferencia entre cuando un perro regurgita o vomita. Cuando un perro regurgita no suele haber tanto esfuerzo como cuando un perro vomita. A menudo, cuando regurgita, el perro inclina la cabeza hacia abajo y el líquido y/o la comida casi parece «derramarse» de su garganta.

Uno de los principales peligros para un perro con megaesófago es la neumonía por aspiración. Como la comida se queda alojada en la garganta, a menudo puede ser inhalada hacia los pulmones causando una neumonía por aspiración. Una forma de evitarlo es asegurarse de que cada vez que el perro coma o beba algo, se siente durante al menos 10 minutos después o se le mantenga en posición sentada o suplicante. Este trastorno tiene un pronóstico reservado, sin embargo una técnica de manejo exitosa es la alimentación vertical en una silla Bailey.

Razas afectadasEditar

GatosEditar

Razas afectadas:

  • Americano de pelo corto
  • Persa (gato)
  • Siamés (gato)

CaballosEditar

El megaesófago es raro en los caballos. Es más frecuente en los caballos frisones que en otras razas. El megaesófago congénito suele identificarse cuando el potro empieza a comer alimentos sólidos del suelo; antes de esto, cuando el potro se alimenta de la leche de su madre, ésta pasa fácilmente al estómago. Los signos más comunes son la dificultad para tragar (disfagia) y la neumonía por inhalación.

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