En 1987, el Instituto Nacional de Salud informó sobre los beneficios para la salud de las mascotas y otros estudios han demostrado los efectos positivos de las relaciones de los niños con las mascotas. Por lo tanto, se ha asumido que se presentarían beneficios similares con las mascotas del aula en los estudiantes.

Desarrollo socio-emocionalEditar

Las mascotas del aula pueden apoyar el desarrollo socio-emocional de los niños pequeños. Las mascotas del aula ayudan a construir relaciones positivas a través de discusiones sobre las mascotas del aula, tales como qué nombre ponerle y cómo cuidarlo, y luego trabajar juntos para hacerlo. Esto también ayuda al desarrollo de amistades dentro del aula. Se ha comprobado que los alumnos desarrollan un sentimiento de preocupación por los demás, además de por ellos mismos, al atender las necesidades de los animales en el aula. También se ha visto que las discusiones sobre los comportamientos de los animales en el aula, lo que significan y lo que los alumnos pueden hacer al respecto pueden ayudar a los alumnos a ser empáticos con los demás. Los profesores han afirmado que las mascotas del aula también enseñan a los niños el valor de las rutinas y las normas. Un estudio comparó a los alumnos de una clase con mascotas con otra sin ellas durante 8 semanas. El estudio descubrió que tanto los padres como los profesores informaron de que los alumnos de la clase con cobayas tenían un mayor aumento de las habilidades sociales y una disminución de los problemas de comportamiento al final de las 8 semanas. Estos resultados apoyan los resultados de estudios anteriores similares.

La interacción de los niños pequeños con las mascotas del aula también puede ayudarles a gestionar los sentimientos y las emociones. Las investigaciones han demostrado que los niños necesitan una persona que les escuche con empatía siempre que se sientan preocupados. Se puede animar a los niños a compartir sus sentimientos con sus animales si no quieren expresarlos con un adulto. Un estudio en el que se encuestó a 75 profesores de primaria reveló que la mayoría de los profesores creían que los alumnos mostraban un aumento de la compasión y la empatía cuando se utilizaban mascotas en el aula. Otros hallazgos han demostrado que las mascotas en el aula, no sólo mejoran la compasión y la empatía, sino que también enseñan a los niños a tener respeto por los seres vivos del mundo que les rodea.

Las mascotas en el aula también pueden tener un efecto positivo en el desarrollo socio-emocional de los estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Después de participar en actividades asistidas por animales durante 8 semanas, los niños con TEA mostraron un aumento de las habilidades sociales y una disminución del retraimiento social.

Desarrollo académicoEditar

Los profesores transmitieron que las mascotas del aula contribuyen al desarrollo académico de los estudiantes y han identificado a las mascotas como fuentes importantes para los estudiantes. Han descubierto que amplían el aprendizaje y aumentan el desarrollo. Las lecciones académicas, que van desde las ciencias hasta las artes del lenguaje, se han visto enriquecidas por esta valiosa fuente y han mejorado la competencia académica de los estudiantes. Las mascotas del aula crean un objeto de observación e investigación para los niños durante la clase de ciencias. Los niños aprenderán a cuidar del animal, qué come y qué tipo de entorno necesita para vivir. La ciencia también puede vincularse con las artes del lenguaje utilizando las mascotas del aula. Los alumnos pueden escribir libros y crear presentaciones a partir de sus investigaciones. Las habilidades académicas de los estudiantes en matemáticas también aumentan al tener una mascota en el aula. Los estudiantes pueden medir sus atributos físicos y la rapidez o la distancia con la que se mueven utilizando gráficos o tablas (Benham, 1991, p. 21).

Aumento de la conciencia de los profesoresEditar

A través del uso de un programa de actividades asistidas por perros en un aula de primaria multicultural, los investigadores descubrieron que los profesores son más conscientes de las dificultades y los puntos fuertes de los estudiantes después de interactuar con los perros. Después de interactuar con los perros, se comprobó que los alumnos expresaban emociones y mostraban comportamientos con mayor claridad, lo que ayudaba a los profesores a reconocer cualidades de los alumnos que estaban ocultas antes de la actividad asistida por perros. Esto sugiere que la presencia de animales de compañía en el aula no sólo beneficia a los alumnos, sino que también da lugar a una mayor concienciación de los profesores. A pesar de estos resultados, la investigación de la encuesta muestra que sólo alrededor del 17% de los profesores de primaria tienen mascotas en el aula.

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