Aunque el término «proctalgia fugax» puede sonar completamente oscuro, la condición rectal en realidad afecta hasta el 18 por ciento de los estadounidenses. El término en latín se traduce literalmente como «dolor rectal fugaz» y se caracteriza por espasmos rectales o anales intensos y esporádicos que duran desde unos segundos hasta unos minutos. La proctalgia fugaz, descrita a veces como una sensación de calambre muscular severo o como si se introdujera un cuchillo en el trasero, es una experiencia extremadamente desagradable. Sin embargo, los remedios caseros pueden ayudar a aliviar parte del dolor y las molestias.

Uno de los dos principales síndromes de dolor anorrectal funcional, la proctalgia fugax se produce como resultado de los calambres del músculo elevador del ano. Los ataques son más comunes en medio de la noche, pero también pueden ocurrir durante el día. El dolor suele ser tan intenso que los pacientes deben dejar de hacer lo que estaban haciendo e intentar aliviar las molestias o esperar hasta que el espasmo ceda. Aunque estos episodios suelen producirse sólo unas pocas veces al año, algunos pacientes han manifestado sentir dolor casi todos los días. Aunque los ataques son técnicamente espontáneos e impredecibles, ciertos factores del estilo de vida, como el estrés, la ansiedad, el estar sentado en exceso y la defecación, pueden desencadenar episodios.

Aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes que sufren proctalgia fugax no buscan atención médica debido a la infrecuencia de sus ataques, y la condición, afortunadamente, no causa daños duraderos. Sin embargo, es útil conocer algunas opciones de analgésicos eficaces, así como cambios en el estilo de vida para prevenir potencialmente futuros ataques.

Medicamentos: Nitrato de glicerilo tópico (fármaco analgésico), bloqueadores nerviosos, relajantes musculares, cremas para las hemorroides

Baños calientes: Para relajar los músculos anales y reducir potencialmente la posibilidad de espasmos

Más potasio: Alimentos como el plátano, el melón, las espinacas, las patatas y las naranjas son ricos en potasio y pueden ayudar a prevenir los espasmos

Más verduras: Más verduras y cereales integrales significan más fibra y menos posibilidades de estreñimiento, lo que a su vez reduce el esfuerzo de los músculos anales. Los polvos vegetales naturales también pueden ayudar a producir heces más blandas

Técnicas de relajación: Reducir el estrés y la ansiedad a través de la meditación, los ejercicios de respiración profunda y el yoga

Rehabilitación de los músculos pélvicos: Los ejercicios de los músculos pélvicos, como los ejercicios de kegel, pueden ayudar a fortalecer y relajar los músculos de esa zona.

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