Malrotación

¿Qué es la malrotación?

La malrotación es una anomalía en la que el intestino no se forma de forma correcta en el abdomen. Se produce al principio del embarazo (alrededor de la 10ª semana) y se desarrolla cuando el intestino no consigue enrollarse en la posición adecuada en el abdomen. La malrotación no suele ser evidente hasta que el bebé experimenta una torsión del intestino conocida como vólvulo. Un vólvulo es un trastorno que provoca una obstrucción en el intestino, impidiendo que los alimentos se digieran con normalidad. El suministro de sangre a la parte retorcida del intestino también puede cortarse, lo que lleva a la muerte de ese segmento del intestino. Esta situación puede llegar a ser mortal si no se trata lo antes posible.

La malrotación se produce en uno de cada 500 nacimientos en Estados Unidos. Entre aquellos niños que tienen malrotación y desarrollan síntomas, la mayoría de los síntomas se producen en el primer año de vida. Casi el 60% de los casos se diagnostican durante la primera semana de vida. La malrotación se da por igual en niños y niñas. Sin embargo, son más los niños que muestran síntomas durante el primer mes de vida que las niñas.

¿Qué causa la malrotación?

Se desconoce la causa exacta de la malrotación.

¿Cuáles son los síntomas de la malrotación?

Uno de los primeros signos de malrotación es el dolor y los calambres abdominales causados por la incapacidad del intestino de empujar los alimentos más allá de la obstrucción. Un bebé con calambres y dolor debido a la malrotación suele seguir un patrón típico en el que comenzará a llorar mientras tira de las piernas hacia arriba, dejará de llorar de repente, actuará con normalidad durante 10 o 15 minutos y luego comenzará a llorar de repente de nuevo, comenzando el patrón de nuevo.

Otros síntomas de malrotación pueden ser:

• Vómitos frecuentes, a menudo de color verde o amarillo-verde
• Un abdomen hinchado, abdomen firme
• Color pálido
• Poco apetito
• Poca o ninguna orina (debido a la pérdida de líquidos)
• Movimientos intestinales frecuentes
• Sangre en las heces
• Fiebre
• Alejamiento (mostrando poca energía)
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