Bienvenido a las grandes ligas, chico. Ahora eres un adulto con un nuevo trabajo. Has estado trabajando para esto toda tu vida. No lo arruines!
¿Te suena familiar?
Tu cerebro puede estar usando palabras diferentes, pero si acabas de empezar un nuevo trabajo, es probable que haya alguna versión de esto sonando en tu cabeza.
Un poco de ansiedad sobre cualquier experiencia nueva es natural y saludable. Sin cierto temor a meter la pata, no prestamos la suficiente atención ni trabajamos todo lo que deberíamos. Piensa en todos los exámenes y trabajos importantes que tuviste en el instituto o en la universidad. ¿Te habrías esforzado tanto en ellos si no hubieras estado nervioso por tu nota? Probablemente no.
Un poco de ansiedad por tu nuevo trabajo te mantendrá concentrado y mejorará tu rendimiento. Te ayudará a ser puntual. Te ayudará a fijarte en detalles importantes de la oficina, de tus compañeros, de tu jefe y de las tareas que te han asignado y a actuar en consecuencia. Te mantendrá seguro y sano.
Un exceso de ansiedad puede perjudicar tu rendimiento. Podrías perderte detalles importantes. Podrías ser menos diligente. Puede que te falte concentración. Vuelve a pensar en esos trabajos y exámenes. Piensa en la vez que dejaste de estudiar para ir a ese concierto o salir con tus amigos. Te funcionó bien eso? Probablemente no.
Demasiada ansiedad puede hacer un daño similar. Cuanto más tiempo pases preocupándote, menos tiempo pasarás haciendo un buen trabajo. Vuelve a pensar en esos proyectos y exámenes. Te fue bien cuando pasaste más tiempo preocupándote por tu nota que trabajando o estudiando? Probablemente no.
Si crees que tu ansiedad por el trabajo puede ser un problema, haz estas tres cosas:
En primer lugar, busca feedback sobre tu rendimiento. Es probable que las revisiones de desempeño sean parte del trabajo. Si tus jefes te dicen que lo estás haciendo bien, es probable que tu ansiedad sea la adecuada. Pero no te limites a tu jefe. Consulta también a tus compañeros de trabajo de confianza. Es probable que se den cuenta de si tienes dificultades para controlar la ansiedad y el estrés. Vale la pena mencionar que la comprobación de la retroalimentación o la reafirmación con demasiada frecuencia puede ser un signo de problemas con la ansiedad, sin embargo, así que esté atento a eso.
En segundo lugar, piense en cómo va su vida fuera del trabajo. Examine el impacto que tiene su trabajo en las otras cosas valiosas de su vida. La ansiedad que requiere atención probablemente tendrá un impacto en sus relaciones, sus aficiones, su sueño, el ejercicio, la dieta y el apetito. Si pasas mucho tiempo fuera del trabajo pensando o preocupándote por tu trabajo, puede que haya un problema.
Con diferencia, lo mejor es buscar ayuda en cuanto te preguntes si la necesitas. Sólo un psicólogo u otro profesional de la salud mental puede decirte si tu ansiedad es algo que requiere tratamiento. Ese nuevo trabajo probablemente venga con un seguro médico; esta es una oportunidad para utilizarlo.
Sobre el autor:
El Dr. Shane Owens es un psicólogo conductual y cognitivo certificado y una autoridad en salud mental universitaria y prevención del suicidio. Está especializado en el tratamiento de la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo en adultos jóvenes y padres. Actualmente es miembro de la Junta Directiva del Consejo Americano de Psicología Conductual y Cognitiva. El Dr. Owens utiliza los medios de comunicación convencionales y sociales para difundir prácticas basadas en la evidencia y para educar y capacitar al público. Colabora con US News Health, ShrinkTank.com y Fatherly.
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