1. Controlar la inflamación con hielo y vendaje COBAN. Este vendaje se puede conseguir en los fisioterapeutas y es autoadhesivo. Es lo suficientemente fino como para permitir un rango completo de movimiento del dedo cuando se aplica correctamente. Sólo debe aplicarse una capa. Tenga cuidado: es fácil aplicar el vendaje demasiado apretado.
2. Prevenir la re-dislocación – este no es un problema común. Utilice correas de amigo para el dedo adyacente o férulas de bloque de extensión.
3. Prevenir la rigidez – si la lesión es estable el dedo puede ser ejercitado inmediatamente en un cubo de hielo y posteriormente en agua caliente. Esta es la situación más común. En general, estas lesiones se tratan en exceso con férulas, lo que provoca una rigidez innecesaria.
4. Rexión – si la lesión es inestable la articulación puede volver a dislocarse. Puede haber una dislocación o una dislocación parcial (subluxación), pero el dedo puede parecer aparentemente recto debido al alto grado de inflamación. Por lo tanto, en estos casos poco frecuentes se realizan radiografías periódicas. En el caso siguiente hay un leve desplazamiento persistente de la articulación.
5. Cirugía: en ocasiones la lesión es tan grave que se requiere una intervención quirúrgica para estabilizar la articulación. Esto es poco común (ver diagrama abajo).
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