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CLEVELAND – Pacientes con rosácea, la vasculopatía livedoide y la dermatitis alérgica de contacto presentan una multitud de síntomas dermatológicos que los reumatólogos pueden diagnosticar fácilmente como enfermedades reumáticas, según el doctor Anthony Fernández, de la Clínica Cleveland.
Sin embargo, señaló que los reumatólogos pueden distinguir estas afecciones dermatológicas de sus parecidas reumáticas comunes -lupus agudo, vasculitis y dermatomiositis- prestando atención al momento de inicio, la cronicidad y sus síntomas asociados.
«Como saben, es muy común que las afecciones reumatológicas incluyan manifestaciones cutáneas, y ocasionalmente esas manifestaciones cutáneas serán la presentación inicial de esa afección reumatológica», dijo Fernández a los asistentes a la Cumbre de Terapias Biológicas. «Por otro lado, hay una serie de afecciones, que son principalmente dermatológicas o más comúnmente dermatológicas, que pueden presentarse con lesiones cutáneas que imitan la enfermedad reumática de la piel, y estos pacientes a menudo pueden ser diagnosticados erróneamente como si tuvieran una enfermedad reumatológica, sistémica.»
«Esto es especialmente cierto si también tienen otros hallazgos auxiliares que pueden ser indicativos de una condición reumatológica, como ANA positivos o fatiga», añadió. «Esto, por supuesto, podría conducir a la exposición a medicamentos inmunosupresores que tienen toxicidades potenciales que el paciente ni siquiera necesita.»
La rosácea puede aparecer como cuatro subtipos primarios: Vascular, con enrojecimiento y eritema facial central persistente; inflamatorio, que se presenta con eritema facial central persistente con pápulas o pústulas transitorias; timatoso, con engrosamiento de la piel, así como nodularidades superficiales irregulares que se producen en la nariz, la barbilla, las mejillas de la frente o las orejas; y ocular, que puede causar una sensación de cuerpo extraño en el ojo, así como ardor o escozor, sequedad, picor, sensibilidad a la luz y otros síntomas.
Según Fernández, los reumatólogos que buscan diferenciar la rosácea del lupus deben tener en cuenta que la duración más larga y crónica favorece la rosácea. Además, si la afección se agrava con el alcohol, o con alimentos y bebidas calientes, es más probable que se trate de rosácea. Por su parte, la luz solar como factor agravante apunta con toda probabilidad al lupus eritematoso sistémico. Sin embargo, la presencia de pústulas es probablemente un indicador de rosácea, añadió Fernández.
La vasculopatía livedoide se presenta comúnmente como ulceraciones dolorosas, dispigmentación reticulada y atrofia blanca, con lesiones intermitentes que se encuentran sobre todo en la parte inferior de las piernas, los tobillos y el dorso de los pies. Según Fernández, puede distinguirse de la vasculitis mediante biopsias de piel para hematoxilina y eosina, así como mediante inmunofluorescencia directa. Añadió que la biopsia debe incluir 2-3 mm de piel marginal y una eventual úlcera. Además, la vasculopatía livedoide puede ser evaluada e identificada a través del panel de cribado de hipercoagulación.
La dermatitis de contacto -tanto la de tipo irritante como la alérgica- se produce por el contacto de diversas entidades con la piel, y ambos tipos son morfológicamente indistinguibles del eczema endógeno, señaló Fernández. La forma alérgica de la afección se presenta clásicamente como un parche o placa pruriginoso, eritematoso, vesicular y/o eczematoso con márgenes bien definidos, que coinciden con la zona de contacto con la entidad agresora, añadió.
Según Fernández, los factores importantes a tener en cuenta a la hora de distinguir la dermatitis de contacto alérgica de la dermatomiositis son que las duraciones agudas favorecen la afección dermatológica, mientras que la luz solar como factor agravante suele apuntar, aunque no siempre, a la enfermedad reumática. Además, las placas y vesículas bien delimitadas son las que más probablemente sugieren una dermatitis de contacto alérgica. Los resultados de la biopsia y del laboratorio también pueden ayudar a determinar un diagnóstico.
«La historia clínica y la exploración, la mayoría de las veces, pueden ayudar a distinguir las enfermedades reumatológicas de estos mimetismos», dijo Fernández. «Sin embargo, si no es así, los estudios auxiliares, como las serologías y las biopsias, pueden ayudar a darte una respuesta definitiva. Espero que puedan tomar de estos mensajes para llevar a sus clínicas y ayudar a resolver con los pacientes que ven.» – por Jason Laday
Referencia:
Fernández A. Condiciones dermatológicas que debe conocer el reumatólogo. Presentado en: Biologic Therapies Summit VIII; 16-17 de mayo de 2019; Cleveland, Ohio.
Divulgación: Fernández declara haber recibido honorarios por conferencias de AbbVie, honorarios por consultoría de AbbVie, Celgene y Novartis; investigación contratada para Mallinckrodt, Novartis y Pfizer; y ser el investigador principal de un ensayo clínico de fase 3 apoyado por Roche.
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