Actualmente, nuestro diálogo cultural está roto. En consecuencia, nuestra sociedad se está rompiendo lentamente en una división. Parte de esto proviene de un sistema educativo roto, una mentalidad rota y una forma de pensar rota. Hemos olvidado la importancia de la filosofía, la importancia de aprender a pensar.
Tenemos una gran parte de personas dentro de nuestra sociedad que temen quedarse solos con sus propios pensamientos. Ven a la academia, a los políticos y a los corporativistas en sus propios segmentos de la sociedad, excluyéndose del resto de nosotros. Estas son preocupaciones legítimas, pero abordando un cambio fundamental que debe hacerse en aras de una sociedad mejor, una sociedad civil: hacer la filosofía más atractiva para las masas.
Esto puede ser una crítica a la mayoría de las áreas en la academia, sin embargo, quiero centrarme en mi preocupación por la filosofía. El estudio que nos da una base fundacional para nuestra capacidad de razonar, entender el conocimiento, especular, pensar críticamente, y mucho más. Entender y hacer filosofía es algo que todo el mundo debería hacer. Estar a solas con tus pensamientos y buscar entender nuestras diversas perspectivas sobre la vida–el significado de la vida.
Mi culpa con la academia en la filosofía es que se ha convertido en este sector cerrado de la sociedad, no atrae a las masas. No pongo toda la culpa en la academia, ya que parte de la responsabilidad está en la gente para perseguir esta comprensión más satisfactoria de nuestras vidas y las vidas de los demás. Sin embargo, los expertos dentro de la filosofía tienen la responsabilidad de hacer que estos temas sean atractivos para las masas… conectar con ellas.
En la universidad, cuando la gente aprende, lo hace de una manera poco relacionable, nunca desarrollan un interés más profundo en descubrir por qué las cuestiones filosóficas son importantes, o cómo dan forma a nuestra comprensión de la vida misma. Los estudiantes no tienen ningún mecanismo para aplicar el conjunto de conceptos filosóficos a sus propias vidas. Cuando se alejan del aula, dejan a los filósofos y sus teorías en una torre de marfil: ideas intocables de hombres antiguos.
Verás, la filosofía es algo que puede aplicarse a todos los ámbitos de nuestra vida y a las perspectivas que tenemos. Esto puede dar forma a cómo valoramos las cosas, la carrera que elegimos, las posiciones políticas que tomamos y cómo pasamos nuestro tiempo. Esta comprensión profunda de nosotros mismos sólo puede conducir a una mejor discusión que puede ayudar a mejorar las discusiones deslucidas a lo largo de muchos debates en la sociedad.
La academia sufre de un sesgo de confirmación, no se expande más allá de su pensamiento de grupo, sólo discute con aquellos dentro de su área de experiencia. Como filósofo, deberías abrirte al resto de la sociedad, ya que ¿de qué sirve tu nueva comprensión si sólo la proporcionas a unos pocos? ¿No deberíamos esperar un mayor debate por parte de los muchos?
Algunas cosas que la sociedad considerará erróneamente sin importancia, pero muchos temas pueden ser formulados para atraer a muchos en nuestra sociedad. Incluso empezando por lo político y utilizando la ética para entender la política. Posiblemente incluso utilizando el entretenimiento de la cultura pop para introducir ideas y conceptos filosóficos. En lugar de elegir temas marginales para la discusión, elegir temas que pertenezcan a una base de espectadores más amplia debería ser considerado más ampliamente.
Incluso las ideas que ya han sido establecidas pueden ser traídas a la vanguardia con una nueva perspectiva intuitiva que puede ser remodelada para ampliar nuestra base de conocimiento social. La filosofía debería acercarse a todos los grupos de edad y habría que debatir cómo cumplir esta tarea. La filosofía es una herramienta fundamental para entender nuestro mundo, si no proporcionamos una base de pensamiento a la que recurrir, ¿en qué estamos pensando realmente?
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