Con la obesidad cada vez más común en todo el mundo, es posible que haya oído hablar de la importancia de comer porciones pequeñas. No importa si te preocupa tu peso, tu nivel de energía o las deficiencias nutricionales, comer porciones pequeñas puede ayudar a mantener una salud óptima.
Disminución de la ingesta de calorías
Una de las razones más importantes por las que deberías comer porciones pequeñas es que al hacerlo, estás disminuyendo el número de calorías que estás metiendo en tu cuerpo cada día, reduciendo así las posibilidades de desarrollar obesidad. Aunque usted pueda creer que no importa cuántas o qué tamaño de comidas ingiere, sino más bien la cantidad total de alimentos que ingiere cada día lo que contribuye a la obesidad, la investigación ha encontrado realmente que las personas que comen sólo dos o tres comidas grandes al día son mucho más propensas a tener sobrepeso que las que comen comidas más frecuentes y pequeñas.
Mantener los niveles de azúcar en la sangre
Comer porciones más pequeñas con más frecuencia a lo largo del día también ayudará a mantener los niveles de azúcar en la sangre constantes. El azúcar en sangre ayuda a darte energía durante todo el día. Por lo tanto, un nivel bajo de azúcar en la sangre hace que te sientas cansado, perezoso y lento. Cada vez que come, su cuerpo libera el azúcar de los alimentos. Si come pequeñas porciones con frecuencia, recibirá un flujo constante de azúcar en la sangre, evitando así los «choques» de azúcar en la sangre. Por el contrario, si come porciones más grandes sólo una o dos veces al día, su nivel de azúcar en la sangre aumentará mucho después de comer estas comidas y, del mismo modo, se producirá un colapso poco después. Esto puede ser especialmente peligroso para las personas que sufren de diabetes u otras afecciones relacionadas con la insulina.
Prevenir el colapso del metabolismo
Otra razón por la que es importante comer pequeñas porciones con más frecuencia es que al hacerlo, ayudará a mantener su metabolismo en funcionamiento. Su metabolismo es una función de su cuerpo que trabaja para digerir los alimentos. Al comer con frecuencia, su metabolismo trabajará con regularidad y, por lo tanto, mantendrá su capacidad de trabajo. Por el contrario, cuando come grandes cantidades de comida con poca frecuencia, su metabolismo experimenta grandes trozos de tiempo en los que no está activo. Cuando esto ocurre, su metabolismo empieza a ralentizar su ritmo de trabajo. Esto puede resultar en un aumento de peso sustancial, y muchos potencialmente incluso conducir al desarrollo de la obesidad.
Prevenir los desequilibrios nutricionales
Comer pequeñas porciones varias veces al día ayudará a prevenir los desequilibrios nutricionales. Las investigaciones han descubierto que las personas que realizan varias comidas diferentes a lo largo del día tienden a comer cosas diferentes en cada una de ellas, consiguiendo así una dieta equilibrada de frutas, verduras, fibra, carnes magras y productos lácteos.
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