Volviendo a la parte de la ejecución, ¿cómo se ve todo esto en acción?

Bueno, todo empieza con una decisión. Y tu decisión de no esconderte tiene que terminar con un punto. No con un signo de interrogación. Tienes que trazar una línea, una sólida y pararte en ella. Tienes que hacerla innegociable. Tienes que saber lo que está en juego si sigues escondiéndote. En realidad, déjame decirte. Tu potencial. Tu mella en este mundo. Como madre, padre, hermano, hermana, entrenador, profesor, mentor, artista, como humano.

Esconderte es igual a la muerte, por dentro.

Pasos de acción.

Empieza con la práctica de ponerte en contacto contigo mismo.

Quédate quieto. Deja que todo el ruido de tu cabeza se calme. No una vez. Como una práctica diaria. Utiliza la meditación. La atención plena. Tu moto. El ejercicio físico. Cualquier cosa que te funcione para crear distancia con tus pensamientos y todas tus distorsiones cognitivas. Escucha a tu cuerpo. Porque a nuestras mentes les han lavado el cerebro. Hay una verdad en tu cuerpo. Escúchalo. ¿Cómo se siente tu cuerpo cuando piensas en lo que realmente quieres? ¿Qué sientes en tu corazón? ¿En el alma? ¿En los hombros? ¿Cómo sería en la práctica empezar a escuchar a tu cuerpo? ¿Y si dejaras de ignorar la tensión de tus entrañas cuando tomas decisiones que no son honestas para ti? ¿Y si dejaras que tu cuerpo te dirigiera? Confiando en que sabe más que tu mente.

Hay algo llamado lógica y a veces secuestrará tu verdad, convenciéndote de que lo que realmente quieres no es alcanzable o posible.

El valor de confiar y escuchar a tu cuerpo/alma es que fortaleces ese músculo. Afinas tu radar. Empiezas a tomar mejores decisiones. Rompes patrones poco saludables. Tanto en el pensamiento como en el comportamiento. Esto te lleva a

Nuevas experiencias. Esta es la isla a la que hay que nadar. En las nuevas experiencias, tus creencias empiezan a cambiar.

No hay nada más convincente que una nueva experiencia. Puedes visualizar y pensar en lo que quieres y a dónde quieres ir hasta las vacas, pero si realmente lo experimentas, aprovechas lo que se siente. Sientes realmente el cambio, por muy sutil que sea. Y como he mencionado anteriormente, el poder – un nuevo conocimiento – está en tu cuerpo/sentimiento. Este sentimiento crea un cambio en tus creencias.

Una vez que tus creencias cambian, tu comportamiento cambia seguido de tu vida.

Recapitulemos.

La mejor manera de dejar de ser un maldito miserable es dejar de esconderse. Para dejar de esconderte debes conectar contigo mismo parándote en tu verdad y en tu historia. Al hacerlo, empezarás a tomar decisiones diferentes, rompiendo patrones y creando nuevas experiencias. Dándote nuevas experiencias empiezas a cambiar tus creencias. Cuando tus creencias cambian, tu vida cambia.

Aquí están los tres trozos gigantes de la tarta de la vida.

¿Cómo se ve empezar este proceso de no esconderse en estas áreas?

Trabajo/Carrera

¿Cómo se ve en la acción conectar contigo mismo?

¿Hablar en las reuniones? Impulsar tu creatividad sin miedo a lo que piense tu jefe o tus compañeros de trabajo? Sentarte por fin con tu jefe y contarle cómo te has sentido en el trabajo? ¿Pedir lo que te mereces? ¿Empezar un negocio paralelo que te ilumine para que un día puedas dejar tu trabajo de 9 a 5?

Relación de pareja

¿Cómo se ve en acción conectar contigo mismo?

¿Contando a tu pareja lo que te ha estado molestando en la relación? Expresar tus sentimientos y necesidades? ¿Deseando un tiempo para ti porque te encuentras perdido en la relación? ¿O tal vez te has dado cuenta de que no has sido feliz en tu relación durante los últimos dos años, has hecho todo lo posible, y quieres salir? Crear nuevos elementos no negociables?

Amigos/Familia

¿Cómo se ve en acción conectar contigo mismo?

¿Dejar de perseguir a los amigos que no te satisfacen a medias? Empezar a crear nuevas amistades con gente con la que tienes más en común? ¿Mandar a tus padres al buzón de voz? Establecer límites saludables con los miembros de la familia que te disparan?

Lo más probable es que algo te bloquee para no esconderte y conectar contigo mismo. Viejos patrones que se han arraigado. Malestar. Miedo. Creencias falsas y limitadas sobre ti mismo, tu valor, lo que puedes y no puedes hacer. Lo que es posible y lo que no.

Pero si no te das a elegir, porque sabes lo que está en juego y estás harto de sólo existir y no vivir una vida que quieres, avanzarás. Si no crees en el «fracaso», sino que te centras únicamente en nadar hasta la isla, queriendo una nueva experiencia más que un resultado, avanzarás. Si crees que tu historia es más grande que tú, avanzarás.

Aquí está la cosa. Todos hemos sido miserables en algún momento de nuestras vidas o somos miserables ahora. Y eso está bien. Es parte de la vida. Hay un flujo y un reflujo. La felicidad no es una constante. Es una habilidad. Aprendemos a ser felices superando y aprendiendo de ser desgraciados. Así que si fuiste o eres, no te juzgues. Es algo normal. Y temporal.

Pero sólo si empiezas el proceso de no esconderte y conectar de nuevo contigo.

  • Enfadado

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