Tu hígado hace mucho por tu cuerpo. Desintoxica muchas sustancias que podrían ser perjudiciales para ti, fabrica nuevas proteínas, grasas, azúcares y enzimas digestivas, y realiza muchas otras funciones vitales. Por lo tanto, si algo compromete la salud de su hígado y no puede hacer su trabajo correctamente, usted está en serios problemas.
Su hígado necesita nutrición para mantenerse saludable
Su hígado necesita nutrientes al igual que todos los demás órganos de su cuerpo. Comer los alimentos adecuados puede ayudar a su hígado a realizar sus funciones. Ciertos nutrientes son particularmente buenos para la salud del hígado. Pero, para entender por qué estos nutrientes tienen propiedades protectoras o curativas, primero debemos entender qué puede ir mal con el hígado.
¿Qué alimentos pueden causar daños en el hígado?
La «fibrosis» es un término frecuentemente utilizado en relación con las enfermedades del hígado. La fibrosis se produce cuando el tejido se ha engrosado y cicatrizado, normalmente como respuesta a una lesión. Cuando un tejido se daña, responde tratando de curarse a sí mismo. Cuanto más grave sea el daño, más tendrá un tejido que repararse a sí mismo, y más probable será que se produzca una cicatriz.
Por ejemplo, es más probable que una quemadura grave en la mano deje una cicatriz después de curarse que un ligero rasguño superficial. No es diferente para las células de su hígado que para las células de la piel de su mano. El daño tisular desencadena la cicatrización, que puede conducir a la fibrosis (cicatrización) cuando las células no son capaces de formarse completamente de la misma manera que las células originales. Por lo tanto, cualquier cosa que provoque daños en el hígado puede provocar fibrosis hepática.
¿Puede algún alimento provocar daños en el hígado? Una de las sustancias más dañinas que muchos adultos consumen regularmente es el alcohol. Cuando se bebe alcohol -especialmente en exceso- se dañan las células que recubren el hígado y se desencadena la inflamación.Las células del hígado responden de una manera que da lugar a la fibrosis: reclutan aún más células inflamatorias en el hígado, lo que desencadena la liberación de factores de crecimiento fibrogénicos.
Por supuesto, muchos otros medicamentos pueden causar daños en el hígado. Pero el daño hepático y la fibrosis causados por el alcohol son tan comunes que tienen su propio diagnóstico clínico: la enfermedad del hígado graso alcohólico (AFLD). Esto ocurre cuando las grasas comienzan a acumularse en el interior del hígado como resultado del consumo excesivo de alcohol. La AFLD puede progresar a condiciones clínicas más serias, incluyendo cirrosis (muerte de las células del hígado), cáncer de hígado y muerte prematura.
¿Qué hay de los alimentos que pueden causar daño al hígado? Los azúcares de la dieta, especialmente los refinados, que se encuentran en los postres, los refrescos, los aperitivos azucarados y los dulces, son la mayor amenaza para el hígado. La fructosa, un azúcar natural que se encuentra en la miel y la fruta, y el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) que se añade a muchos alimentos azucarados, aumentan el riesgo de enfermedad hepática al favorecer la acumulación de grasa en el hígado. Lo hacen provocando que su cuerpo produzca más grasas (sí, su cuerpo puede sintetizar grasas) y perjudicando la capacidad de su cuerpo para descomponer y eliminar las grasas.
¿Qué es la enfermedad del hígado graso?
La enfermedad del hígado graso es la acumulación de grasa dentro del hígado. Puede dar lugar a muchas complicaciones a largo plazo si no se controla eficazmente. El abanico de posibles complicaciones incluye la fibrosis hepática (cicatrización), la fibrosis avanzada, la cirrosis hepática (muerte celular), el cáncer de hígado e incluso la insuficiencia hepática.,
¿Qué ocurre si su hígado falla? Necesitarás un trasplante de hígado o morirás prematuramente, ¡sí, da miedo! Tu cuerpo no puede funcionar correctamente sin un hígado sano que metabolice y elimine eficazmente las toxinas de tu cuerpo. Si ya no tienes este mecanismo de defensa crítico, te vuelves extremadamente vulnerable a la enfermedad, y posiblemente a la muerte.
Hay dos tipos de enfermedad del hígado graso:
- La enfermedad del hígado graso alcohólico (AFLD) es causada por el consumo excesivo de alcohol.
- La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) está causada por factores distintos al consumo excesivo de alcohol.
La EHGNA afecta aproximadamente al 10-40% de los adultos de todo el mundo, ya que está muy relacionada con el síndrome metabólico, que es muy común. Los síndromes son un grupo de síntomas que suelen presentarse juntos. Los síntomas o marcadores clínicos indicativos del síndrome metabólico son los siguientes:
- Resistencia a la insulina
- Diabetes
- Dislipidemia (niveles anormales de grasa en la sangre)
- Obesidad
- Protegen contra el estrés oxidativo
- Reducen la inflamación (directa o indirectamente)
- Aumentan la descomposición de las grasas en el hígado
- Reducen la producción de grasas en el hígado
Cuando la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHNA) no se trata, puede progresar a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que es mucho más grave. «Esteatohepatitis» significa que el hígado no sólo es graso, sino que también está inflamado. La inflamación es uno de los factores que provocan la fibrosis al dañar las células hepáticas. Por eso la EHNA es un problema muy grave: el daño que se produce en el hígado es continuo y se autoperpetúa.,
¿Cómo se relacionan la dieta y la salud del hígado?
Si la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHNA) no está causada por el alcohol, entonces ¿cuáles son sus causas? ¿Son algunas de ellas dietéticas?
Como hemos comentado anteriormente, los azúcares dietéticos -especialmente los azúcares refinados, la fructosa y el JMAF- suponen la mayor amenaza para su hígado. Por eso una dieta alta en azúcares está tan estrechamente asociada con la aparición de la NAFLD.
¿Significa esto que reduciendo su consumo de alimentos azucarados, puede ayudar a prevenir la NAFLD? Sí. Las investigaciones sugieren que si consume menos alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, puede reducir la acumulación de grasa en su hígado, protegiéndolo de la NAFLD.
¿Cómo puede reducir su consumo general de azúcar? Los azúcares ocultos o añadidos pueden colarse en tu dieta de numerosas maneras. Ya hemos mencionado la fruta y la miel. Muchas personas no tienen en cuenta su contenido de azúcar porque son naturales y menos procesadas. Sin embargo, estos alimentos son fuentes primarias de fructosa.
Otra categoría común a tener en cuenta son los alimentos enlatados. Asegúrese siempre de comprobar el contenido de azúcar en las etiquetas de los alimentos para ver cuántos gramos de azúcar contiene un alimento por cada 100 gramos (es decir, el porcentaje de azúcar). Por ejemplo, si una ración es de 55 gramos y hay 15 gramos de azúcar en cada ración, ese alimento tiene un 27% de azúcar (15 dividido por 55, multiplicado por 100). ¡Eso es bastante alto! Lo ideal es elegir alimentos que tengan menos del 5-10% de azúcar para protegerse de la NAFLD.
¿Puede mejorar la salud de su hígado con la dieta adecuada?
¿Existe una nutrición para la cirrosis? O una dieta ideal para prevenir o revertir la fibrosis antes de que progrese a cirrosis?
Las investigaciones sugieren que los antioxidantes dietéticos, como la β-criptoxantina y la astaxantina, pueden ser eficaces para prevenir o tratar la NAFLD . Esto se debe a que el estrés oxidativo es un factor clave en el desarrollo y la progresión de la NAFLD. El estrés oxidativo ocurre todo el tiempo en el metabolismo humano y es una parte natural del proceso de envejecimiento. Sin embargo, si su hígado no está recibiendo los antioxidantes que necesita para contrarrestarlo, el estrés oxidativo puede dañar las células del hígado, lo que conduce a la fibrosis y la cirrosis.
¿Existen otros nutrientes que puedan mejorar la salud del hígado? Las investigaciones han demostrado que el tratamiento con vitamina E es eficaz para reducir la esteatosis (la cantidad de grasa en el hígado) y la inflamación cuando se administra junto con la pioglitazona (un medicamento para la diabetes de tipo 2). De hecho, la vitamina E se utiliza como tratamiento farmacológico de primera línea para la EHNA porque es un potente antioxidante. Sin embargo, el uso a largo plazo de la vitamina E tiene posibles efectos secundarios, como el aumento del riesgo de cáncer de próstata y de ictus hemorrágico (un ictus causado por la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro). Por lo tanto, es mejor consultar con un experto en nutrición cualificado o con un médico naturista antes de tomar vitamina E para proteger o curar su hígado.
Las dietas ricas en fibra y en ácidos grasos omega-3 también pueden ser buenas para su hígado, Se cree que la fibra tiene efectos beneficiosos sobre la flora intestinal (bacterias que viven en el intestino) que reducen la cantidad de grasas que se producen dentro del hígado.Las grasas omega-3 también parecen reducir la producción de grasa en el hígado, además de proteger el hígado reduciendo la inflamación y ayudando a deshacerse del exceso de grasa hepática,
Otros nutrientes que han demostrado sanar o proteger el hígado son el beta-caroteno, la vitamina B12, el licopeno y los extractos de cardo mariano.
Los 29 mejores alimentos para la salud del hígado
Como acabamos de aprender, los mejores alimentos para apoyar la salud del hígado tienen una o más de las siguientes propiedades:
Entonces, ¿cuáles son los mejores alimentos para la salud del hígado? Qué alimentos contienen abundantes nutrientes que protegen o curan el hígado?
Los antioxidantes más potentes que pueden prevenir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA) o impedir que progrese a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) se encuentran en las verduras, las frutas y el marisco de color rosa. Los mejores alimentos antiinflamatorios contienen ácidos grasos omega-3. Y, cualquier cosa que comas que alimente la flora intestinal beneficiosa o que fomente su crecimiento (es decir, los alimentos prebióticos y probióticos) también protegerá y apoyará a tu hígado.
En base a los criterios anteriores, los siguientes son los 29 mejores alimentos para la salud del hígado:,,,
Verduras
Alcachofa de Jerusalén, cebolla, tomate, pimiento, calabaza, calabacín de invierno
Frutas
Albaricoque, plátano, papaya, caqui, pomelo rojo, mandarina, sandía
Animales
Ternera, almeja, riñón, hígado, langosta, salmón, sardina, gamba, trucha, atún
Lácteos y huevos
Huevo, leche, kéfir (bebida láctea fermentada), yogur (sin azúcares añadidos)
Otros
Raíz de achicoria, kombucha (bebida de té fermentada)
Lala V, Minter DA. Pruebas de la función hepática. En: StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2020. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK482489/. Consultado el 8 de marzo de 2020.
Albillos A, de Gottardi A, Rescigno M. El eje intestino-hígado en la enfermedad hepática: Bases fisiopatológicas para la terapia. J Hepatol. 2020;72(3):558-577. doi:10.1016/j.jhep.2019.10.003
Altamirano-Barrera A, Barranco-Fragoso B, Méndez-Sánchez N. Estrategias de manejo de la fibrosis hepática. Ann Hepatol. 2017;16(1):48-56. doi:10.5604/16652681.1226814
Younossi Z, Henry L. Contribución de la enfermedad hepática grasa alcohólica y no alcohólica a la carga de morbilidad y mortalidad relacionadas con el hígado. Gastroenterology. 2016;150(8):1778-1785. doi:10.1053/j.gastro.2016.03.005
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Kolodziejczyk AA, Zheng D, Shibolet O, Elinav E. El papel del microbioma en NAFLD y NASH. EMBO Mol Med. 2019;11(2). doi:10.15252/emmm.201809302
Brunt EM, Wong VW-S, Nobili V, et al. Enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nat Rev Dis Primer. 2015;1:15080. doi:10.1038/nrdp.2015.80
Brunt EM, Wong VW-S, Nobili V, et al. Nonalcoholic fatty liver disease. Nat Rev Dis Primer. 2015;1:15080. doi:10.1038/nrdp.2015.80
Brunt EM, Wong VW-S, Nobili V, et al. Nonalcoholic fatty liver disease. Nat Rev Dis Primer. 2015;1:15080. doi:10.1038/nrdp.2015.80
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Kolodziejczyk AA, Zheng D, Shibolet O, Elinav E. El papel del microbioma en NAFLD y NASH. EMBO Mol Med. 2019;11(2). doi:10.15252/emmm.201809302
Brunt EM, Wong VW-S, Nobili V, et al. Enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nat Rev Dis Primer. 2015;1:15080. doi:10.1038/nrdp.2015.80
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Jensen T, Abdelmalek MF, Sullivan S, et al. Fructosa y azúcar: Un importante mediador de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. J Hepatol. 2018;68(5):1063-1075. doi:10.1016/j.jhep.2018.01.019
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Oseini AM, Sanyal AJ. Terapias en la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Hígado Int Off J Int Assoc Study Liver. 2017;37 Suppl 1:97-103. doi:10.1111/liv.13302
Oseini AM, Sanyal AJ. Terapias en la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Hígado Int Off J Int Assoc Study Liver. 2017;37 Suppl 1:97-103. doi:10.1111/liv.13302
Oseini AM, Sanyal AJ. Terapias en la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Hígado Int Off J Int Assoc Study Liver. 2017;37 Suppl 1:97-103. doi:10.1111/liv.13302
Suárez M, Boqué N, Del Bas JM, Mayneris-Perxachs J, Arola L, Caimari A. Dieta mediterránea e intervenciones basadas en múltiples ingredientes para el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(10). doi:10.3390/nu9101052
Eslamparast T, Tandon P, Raman M. Composición dietética independiente de la pérdida de peso en el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(8). doi:10.3390/nu9080800
Suárez M, Boqué N, Del Bas JM, Mayneris-Perxachs J, Arola L, Caimari A. Dieta mediterránea e intervenciones basadas en múltiples ingredientes para el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(10). doi:10.3390/nu9101052
Eslamparast T, Tandon P, Raman M. Composición dietética independiente de la pérdida de peso en el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(8). doi:10.3390/nu9080800
Suárez M, Boqué N, Del Bas JM, Mayneris-Perxachs J, Arola L, Caimari A. Dieta mediterránea e intervenciones basadas en múltiples ingredientes para el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(10). doi:10.3390/nu9101052
Eslamparast T, Tandon P, Raman M. Composición dietética independiente de la pérdida de peso en el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(8). doi:10.3390/nu9080800
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Albillos A, de Gottardi A, Rescigno M. El eje intestino-hígado en la enfermedad hepática: Bases fisiopatológicas para la terapia. J Hepatol. 2020;72(3):558-577. doi:10.1016/j.jhep.2019.10.003
Kitade H, Chen G, Ni Y, Ota T. Nonalcoholic Fatty Liver Disease and Insulin Resistance: Nuevos conocimientos y posibles nuevos tratamientos. Nutrients. 2017;9(4). doi:10.3390/nu9040387
Kolodziejczyk AA, Zheng D, Shibolet O, Elinav E. El papel del microbioma en NAFLD y NASH. EMBO Mol Med. 2019;11(2). doi:10.15252/emmm.201809302
Suárez M, Boqué N, Del Bas JM, Mayneris-Perxachs J, Arola L, Caimari A. Dieta mediterránea e intervenciones basadas en múltiples ingredientes para el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(10). doi:10.3390/nu9101052
Eslamparast T, Tandon P, Raman M. Composición dietética independiente de la pérdida de peso en el manejo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Nutrients. 2017;9(8). doi:10.3390/nu9080800
0 comentarios