Los medicamentos existentes para tratar la caída del cabello tienen una eficacia limitada y requieren un uso continuado para que los beneficios del tratamiento se mantengan.

Los investigadores han descubierto los mecanismos que dan lugar a las canas y la calvicie.

Los investigadores siguen buscando el santo grial de las curas para la caída del cabello intentando comprender mejor cómo se controla el ciclo de crecimiento del cabello. En lugar de tratar los síntomas de la caída del cabello, los científicos pretenden atacar la causa, lo que, a su vez, puede producir menos efectos secundarios. Recientemente, se han producido numerosos descubrimientos en el ámbito de la caída del cabello que podrían dar lugar a nuevos y prometedores tratamientos.

Proteína KROX20, gen SCF

Investigadores del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas (UT) en Dallas han identificado una proteína llamada KROX20, que activa las células de la piel y les indica que se conviertan en cabello. Además, estas células precursoras del cabello pasan a producir una proteína llamada factor de células madre (SCF), que desempeña un papel fundamental en la pigmentación del cabello.

Cuando se eliminó el gen SCF en las células precursoras del cabello en ratones, les salieron canas que se volvieron blancas con la edad. Además, cuando se eliminaron las células productoras de KROX20, el pelo dejó de crecer y los ratones se quedaron calvos.

«Con este conocimiento, esperamos en el futuro crear un compuesto tópico o suministrar de forma segura el gen necesario a los folículos pilosos para corregir estos problemas cosméticos», dijo el doctor Lu Le, profesor asociado de dermatología en UT Southwestern.

El trabajo futuro del equipo se centrará en averiguar si el KROX20 y el gen SCF dejan de funcionar correctamente y provocan la calvicie de patrón masculino.

Genética subyacente a la calvicie de patrón masculino

Un estudio dirigido por la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido, descubrió 287 regiones genéticas implicadas en la calvicie de patrón masculino. Muchos de los genes que los investigadores identificaron estaban relacionados con la estructura y el desarrollo del cabello.

«Identificamos cientos de nuevas señales genéticas», dijo Saskia Hagenaars, estudiante de doctorado del Centro de Envejecimiento Cognitivo y Epidemiología Cognitiva de la Universidad de Edimburgo. «Fue interesante descubrir que muchas de las señales genéticas de la calvicie de patrón masculino procedían del cromosoma X, que los hombres heredan de sus madres».

Los hallazgos del equipo no sólo podrían ayudar a predecir la probabilidad de que un hombre experimente una pérdida de cabello grave, sino que también podrían proporcionar nuevas dianas para el desarrollo de fármacos para tratar la calvicie.

Células inmunitarias defectuosas

Investigadores de la Universidad de California-San Francisco (UCSF) informaron de que los defectos en un tipo de células inmunitarias denominadas Tregs -que suelen estar asociadas al control de la inflamación- podrían ser responsables de un tipo diferente de pérdida de cabello: la alopecia areata. Dicen que las Tregs también podrían desempeñar un papel en la calvicie de patrón masculino.

En un modelo de ratón, el doctor Michael Rosenblum, profesor asistente de dermatología en la UCSF, y sus colegas descubrieron que las Tregs activan las células madre en la piel, que promueven un cabello sano. Sin asociarse con las Tregs, las células madre son incapaces de regenerar los folículos pilosos, y esto conduce a la pérdida de cabello.

«Es como si las células madre de la piel y las Tregs hubieran coevolucionado, de modo que las Tregs no sólo protegen a las células madre contra la inflamación, sino que también participan en su labor regenerativa», explicó el profesor Rosenblum. «Ahora las células madre dependen completamente de las Tregs para saber cuándo es el momento de empezar a regenerar».

Inhibidores de JAK

El crecimiento del cabello puede restablecerse mediante la inhibición de la familia de enzimas Janus quinasa (JAK) que se encuentran en los folículos pilosos, según investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia (CUMC) en Nueva York, NY.

Las pruebas realizadas con folículos pilosos de ratones y humanos demostraron que la aplicación de los inhibidores de JAK directamente sobre la piel promovía un «crecimiento rápido y robusto del cabello». Dos inhibidores de JAK que están aprobados por la FDA son el ruxolitinib (para el tratamiento de enfermedades sanguíneas), y el tofacitini (para el tratamiento de la artritis reumatoide).

En un pequeño ensayo clínico, Angela M. Christiano, Ph.D. – catedrática de Dermatología Richard y Mildred Rhodebeck y profesora de genética y desarrollo en el CUMC- informó de que el tratamiento de la alopecia areata de moderada a grave con ruxolitinib desencadenó un crecimiento medio del cabello del 92 por ciento.

La profesora Christiano y su equipo planean ampliar sus estudios para incluir el ensayo de los inhibidores de JAK en otras afecciones y en la calvicie de patrón. «Esperamos que los inhibidores de JAK tengan una utilidad generalizada en muchas formas de pérdida de cabello en función de su mecanismo de acción tanto en el folículo piloso como en las células inmunitarias», añadió.

Células madre

Investigadores del Instituto de Investigación Médica Sanford-Burnham de San Diego, California, desarrollaron una técnica para generar nuevo cabello utilizando células madre pluripotentes. Este método proporcionaría una fuente ilimitada de células sin estar limitado a trasplantar folículos de una parte de la cabeza a otra.

Alexey Terskikh, Ph.D., profesor asociado del Programa de Desarrollo, Envejecimiento y Regeneración de Sanford-Burnham, y sus colaboradores han conseguido que las células madre pluripotentes humanas se conviertan en células de la papila dérmica.

«Hemos desarrollado un protocolo para hacer que las células madre pluripotentes humanas se diferencien en células de la papila dérmica y hemos confirmado su capacidad para inducir el crecimiento del pelo cuando se trasplantan a ratones», ha dicho el profesor Terskikh. El siguiente paso en su investigación es «trasplantar células de la papila dérmica humana derivadas de células madre pluripotentes humanas a sujetos humanos».

Aunque se están dando pasos de gigante para curar la calvicie en los laboratorios de todo el mundo, la investigación continúa y la espera de una solución permanente sigue.

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