Transbordador Volador ¿Qué es?
Muchos de nosotros habremos estudiado la Revolución Industrial en los colegios y habremos oído hablar del «Transbordador Volador». ¿Qué es y por qué fue un invento tan importante?
La lanzadera voladora fue una herramienta clave para la productividad durante la Revolución Industrial (y si quieres más datos y reflexiones sobre la Revolución Industrial, haz clic aquí). Una sola persona que manejara un telar desde su casa, sólo podía producir una pieza de tela que fuera tan ancha como sus brazos extendidos, porque tenía que ser capaz de lanzar la lanzadera, que llevaba la trama, el hilo horizontal, a través de la trama, el hilo vertical y atraparla. Si se necesitaba una tela más ancha, se necesitaban dos o tres personas para lanzar la lanzadera. Por lo tanto, el proceso de fabricación de telas tenía limitaciones, tanto en el ancho de la tela producida como en la velocidad de producción.
La caja que contenía la lanzadera voladora
En 1733 un tipo llamado John Kay, de Bury, en Lancashire, patentó una lanzadera automatizada que, mediante el accionamiento de una palanca, lanzaba la lanzadera a través de la trama a una velocidad tremenda.
La lanzadera, con la trama enrollada en ella, se colocaba en una caja de madera que contenía un martillo deslizante, que a su vez estaba unido a una cuerda. El tejedor tiraba de la cuerda y el martillo golpeaba la lanzadera disparándola a través de la trama a una velocidad tremenda (imagínese golpeando un disco de hielo). Para que la lanzadera se moviera aún más rápido, se le colocaba un pequeño rodillo modificado, se le daba una forma más aerodinámica y se le ponía una tapa de metal en los extremos.
La lanzadera se atrapaba por el otro lado en otra caja y se detenía con correas de cuero y se repetía el proceso. Desgraciadamente, a veces estas correas se rompían y la gente resultaba gravemente herida por estos misiles de lanzadera.
La lanzadera recién diseñada se movía a gran velocidad impulsada por el martillo
La lanzadera voladora producía resultados increíbles
Una sola persona podía producir amplias piezas de tela muy rápidamente. La rapidez de la operación hizo que pronto escaseara el hilo, por lo que incitó a otros, que vieron la oportunidad de ganar dinero, a desarrollar nuevas máquinas de hilar.
Ha nacido una revolución.
Lea más sobre John Kay en otro post. Semejante invento debería haberle lanzado con éxito al mundo de los negocios, pues fue él quien luchó contra la ignorancia y la codicia en todo momento.
Y si buscas en Google ‘Transbordador Volador’ apuesto a que te sale una imagen de esto, por algo será:
De un transbordador volador a otro
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