Hechos y Cronología del Baile de la Salsa.

Hay varias versiones de cómo este baile obtuvo su nombre. Según una de ellas, en 1928 el cubano Ignacio Piñeiro gritó una vez «¡Echale Salsita!», que significa «¡Agreguemos un fuego!» y llamó así a su nueva canción energizante. Más tarde, la frase se transformó en «salsa», y el baile del mismo nombre ganó gran popularidad. Hasta los años 70, la palabra «salsa» significaba una combinación de varios ritmos y estilos de baile latinoamericanos. Entre ellos se encontraban el chachachá, el mambo, la pachanga, la guaracha, la rumba y un largo etcétera.

Origen de la salsa

Aunque la salsa se considera un baile cubano, su historia comenzó mucho más allá de América Latina…

Así, en 1492 Cristóbal Colón navegó hasta las costas de Cuba (realmente la descubrió). Los españoles invadieron las nuevas tierras y exterminaron a casi toda la población de Cuba. Pero alguien tenía que hacer un trabajo duro allí. Para ello, los españoles trajeron esclavos de África Occidental al territorio de América Latina. El suministro de esclavos se prolongó durante mucho tiempo, hasta que en 1886 se abolió oficialmente la esclavitud. Sobre esta base, fueron los pueblos de África los que ejercieron una enorme influencia en el origen y el desarrollo del baile de la salsa.

Alrededor de la segunda mitad del siglo XIX, la música cubana, hasta entonces poco diferente de la europea, comenzó a adquirir rasgos característicos especiales. La razón es la influencia de la cultura africana, que se fue fortaleciendo a medida que se debilitaba el sistema esclavista en la isla.

Es decir, el baile afrocubano, en el que se incluye el baile de la salsa, apareció como resultado de la fusión de dos culturas: La española y la africana. La cultura española aportó los instrumentos de cuerda y la melodía a la música, mientras que la cultura africana (especialmente las tribus bantú, yoruba y karagali) aportó los tambores y otros instrumentos de percusión menos conocidos a la música.

¡También hay que destacar!

El sistema de tenencia de esclavos en Cuba era ligeramente diferente al de Estados Unidos en aquella época. En América Latina a los esclavos no se les prohibía hacer música, por lo que a menudo cantaban en los coros de las iglesias y tocaban instrumentos musicales europeos. Esto tuvo un gran impacto en la formación de la cultura musical y de baile en la población local.

Contradanza, Danzón, Son son los precursores del baile de la salsa

Se cree que el primer danzón, Las alturas de Simpson, fue escrito por el mulato Miguel Failde en 1879. Sin embargo, esta es una visión muy simplificada de la cuestión. Los estilos de baile de salón no se crean «de repente», de la nada. Por regla general, «crecen» a partir de bailes más antiguos, evolucionando bajo la influencia de muchas circunstancias externas. Lo mismo ocurrió con el baile del danzón.

El ancestro del baile del danzón fue la contradanza. Tuvo un difícil y largo camino en Cuba: habiendo aparecido en Inglaterra, se extendió a Francia y luego fue llevada a Española (Haití). Y no fue hasta 1791, cuando estalló un brutal levantamiento de esclavos en Haití, que la huida masiva de colonos franceses llevó a muchos de ellos a Cuba, donde se instalaron en la parte oriental de la isla. Como resultado, la contradanza francesa, similar al minué, arraigó con sorprendente rapidez en suelo cubano y fue popular durante casi todo el siglo XIX.

En sus inicios, los ritmos del danzón no diferían mucho de los de la contradanza. El baile de danzón era el nombre de una danza en pareja, que poco a poco fue sustituyendo a la danza de figuras, es decir, a la contradanza. A finales de 1877, el compositor Miguel Failde compuso cuatro danzones. Esta fecha suele considerarse como el inicio de un periodo de gran difusión y «aceptación» del baile danzón. El romanticismo de la cercanía de las parejas, el balanceo de las caderas y el uso de un espacio mínimo para la danza le dieron al danzón su característica especial.

Hasta 1920, el danzón fue la danza nacional de Cuba. Pero todo llega a su fin. En la década de 1930, el danzón casi había desaparecido en Cuba. Y en muchos sentidos, la razón de ello fue que alrededor de 1920, La Habana se inundó de otro tipo de baile: el Son.

El baile del Son se desarrolló paralelamente a la contradanza, pero a diferencia de la segunda, el Son es un baile puramente folclórico. La contradanza era interpretada por orquestas; el Son era una canción acompañada principalmente por tambores. El mérito de la danza del Son radica en que la libertad que otorgaban a la expresión folclórica espontánea contribuía a enriquecer los movimientos de la danza.

Pero a finales de los años 30, el jazz y el swing traídos a Cuba por los americanos hicieron su trabajo – el danzón y el son, tan dulces para el corazón de los cubanos, empezaron a perder popularidad entre los isleños…

Mambo

El «Padre del Mambo» Dámaso Pérez Prado nació en Matanzas en Cuba en 1916. Desde muy joven estudió el piano. En los años 40, gracias a su enérgica forma de tocar, se convirtió en un músico reconocido.

En 1948 Pérez Prado dejó su isla natal y se trasladó a México, donde formó su propia orquesta. Tomando como base unos ritmos de son-montuno, populares en aquella época en Cuba, el músico decidió acercar su sonido a la música de las populares big bands americanas de la época. Para ello, Pérez Prado añadió trombones y saxofones a su orquesta, además de aumentar el ritmo de sus composiciones. Pérez Prado, su orquesta y su nuevo estilo musical y de baile -el mambo- ganaron rápidamente popularidad en México y luego en Estados Unidos (un día, el productor musical Sonny Burke, que estaba de vacaciones en México, escuchó la canción de Pérez Prado y la publicó en América, donde se convirtió en un auténtico éxito).

La mambomanía, que llegó a América en los años 50-60, tuvo un impacto significativo en el baile latinoamericano. Así, fue Pérez Prado quien abrió de par en par las puertas de la música y el baile latinoamericano en Estados Unidos y en todo el mundo. Este periodo es muy importante para el desarrollo del baile de la salsa precisamente porque los bailes latinos se han popularizado en todo el mundo, no sólo en Cuba.

Entonces, ¿dónde está el baile de la salsa?

El origen del baile de la salsa no es un hecho momentáneo, es una forma diversa de mezcla de muchas culturas y estilos de baile. La aparición de un baile como la salsa está asociada a la larga transformación y difusión de los bailes cubanos.

Los movimientos y bailes cubanos en forma de mambo, chachachá y otros han ganado amplia popularidad en los Estados Unidos. El punto de inflexión en la «estandarización» de la salsa como baile fueron dos factores importantes: el uso generalizado de equipos de vídeo domésticos y la comercialización de la salsa. Y aquí hay que mencionar a dos Torres, Eddie, y Alberta.

Desde niño, Eddie Torres era aficionado al baile latinoamericano, era asiduo a las discotecas latinoamericanas de Nueva York. Siendo ya un famoso bailarín, en 1995 Eddie Torres lanzó su primer curso de vídeo llamado Salsa Nightclub Style. El vídeo se hizo popular y se extendió por Estados Unidos y luego por todo el mundo.

El otro polo de normalización del baile de salsa fue Los Ángeles, en California. El otro Torres, Albert, tuvo un papel destacado en la difusión de la salsa en la Costa Oeste. Albert Torres fue el hombre que «promovió» la salsa en la Costa Oeste. Abrió varios clubes de salsa, hizo giras con los mejores bailarines de salsa, fue el primero en celebrar congresos de salsa.

Es decir, el nombre de «salsa» y la estandarización de los movimientos y técnicas, los bailes latinoamericanos ya han recibido en los Estados Unidos. Y qué pasa con el estilo cubano, te preguntarás? En Cuba se baila más Casinos y Rueda de casinos que salsa traída del extranjero.

No es de extrañar que los cubanos empezaran a bailar salsa casi de la misma manera que el baile del Son. Sólo que el ritmo se hizo más alto, y el número de varios «nudos» aumentó. Durante mucho tiempo, ni siquiera se trató de la introducción masiva de algún estándar – simplemente porque los cubanos no lo necesitaban. La gente no aprendía la salsa en las escuelas de baile, sino que, naturalmente, bailaba a su gusto en las vacaciones con amigos y conocidos. Por eso las peculiaridades del baile variaban de una ciudad a otra, y en La Habana – y de un barrio a otro. Hay que admitir, sin embargo, que gracias a la televisión cubana y, en particular, al popular programa Para Bailar, el estilo de baile de la salsa cubana casi ha tomado forma.

Hoy en día la salsa es un baile social muy popular. Se celebran concursos de salsa, congresos de bailarines de salsa en todo el mundo, se abren cada vez más escuelas donde se enseña salsa.

Dinos si este artículo te ha sido útil si has aprendido mucho sobre la historia del baile de la salsa. Quizás pensabas que la salsa era un baile autóctono de Cuba, como hacíamos nosotros antes.

En cualquier caso, ¡comparte tus impresiones con nosotros!

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