Maldecir está mal visto por mucha gente, y es fácil ver por qué. Simplemente no es adecuado en ciertos contextos y situaciones. Sin embargo, es una parte importante de una lengua y de la cultura que la utiliza. Por ejemplo, ¿sabías que la mayoría de las culturas tienen su propia forma de maldecir? Por supuesto, esto se refleja en sus lenguas. Por ejemplo, los alemanes maldicen con un poco de ayuda de los excrementos y los estadounidenses utilizan el coito en sus interjecciones, mientras que los japoneses no utilizan el lenguaje soez de esta manera en absoluto. ¿Qué hacen entonces los suecos? Usamos números y de vez en cuando invocamos al diablo.
Hay varios niveles de maldiciones en sueco, y las expresiones que se consideran menos traviesas son las que se componen de números. En Suecia, las palabras malsonantes tienen en su mayoría un origen religioso y en el pasado era común amplificarlas con números, como ‘sjutton’ (17), ‘attans’ (una antigua palabra para 18) y ‘tusan’ (que significa 1.000). Todos los diablillos y otras cosas malas que venían después de esos numerales han desaparecido con el tiempo, y lo único que queda son las medidas. ‘För tusan!’ ‘Sjutton också!’ ‘Attans!’
Las maldiciones religiosas no son especialmente raras en Europa, y donde las lenguas romanas maldicen por la Virgen, en Suecia invocamos al diablo. La maldición más común es ‘fan’. Es un nombre para el diablo y es para las maldiciones lo que «hej» es para los saludos. Se utiliza todo el tiempo: cuando te haces daño, cuando algo va mal, incluso como intensificador. «¡Fan, vad snygg du är idag! La palabra sueca para designar al diablo es ‘djävul’, y también se utiliza como ‘fan’ pero en plural ‘djävlar’ o ‘jävlar’. Un tercer nombre para el diablo es «satán», que también se utiliza de esta manera, aunque con menos frecuencia. Así que la próxima vez que necesites desahogarte, jura como un sueco y hazlo con numerales
Joakim Andersson es un músico sueco, YouTuber, podcaster y emprendedor que se autodenomina un disfrutador de la vida. Es el fundador de Say It In Swedish, que es un podcast, una aplicación web y móvil, y un canal de YouTube que enseña sueco moderno de forma divertida y sencilla de forma gratuita.
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