La eficiencia de los radiadores se ha mejorado a lo largo de los años con la adición de ventiladores controlados termostáticamente, que fuerzan el aire a través del radiador cuando el coche está parado en el aire caliente.
Sin embargo, para obtener el máximo flujo de aire cuando se está en movimiento, un radiador se monta normalmente en la parte delantera del coche.
Esto, sin embargo, hace que sea vulnerable a los desechos de la carretera, como piedras, palos, o incluso pequeños animales y aves.
Incluso si los impactos con los detritos de la carretera no llegan a perforar el radiador, pueden doblar los innumerables tubos del núcleo del radiador, restringiendo el flujo de agua a través de ellos y afectando negativamente a la eficiencia de la refrigeración del radiador en su conjunto.
Una forma de saber si el radiador de su coche no está funcionando como debería es simplemente mirar el indicador de temperatura del coche. Si el motor comienza a funcionar a una temperatura más alta, el radiador podría estar dañado.
Otra forma de saber si el radiador está por debajo de su máxima eficiencia es si el ventilador está funcionando incluso cuando la temperatura ambiente no es tan alta.
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