¿Qué son las fracturas faciales?

Las fracturas faciales son fracturas de los huesos de la cara.

  • Este tipo de fractura puede afectar a los huesos de la mandíbula superior, la mandíbula inferior, las mejillas y la nariz o las cuencas de los ojos.
  • Una fractura cerrada es aquella en la que no se rompe la piel.
  • Una fractura abierta o compuesta implica la laceración de la piel.
  • La mayoría de las fracturas faciales de los niños se curan rápidamente con muy pocas complicaciones.
  • La mayoría de todas las fracturas faciales afectan a la mandíbula inferior.
  • La nariz y los pómulos, debido a su prominencia, también se dañan con frecuencia.
    • Si sospecha que su hijo tiene una fractura facial, busque atención médica inmediatamente.

      Las fracturas faciales pueden dar lugar a una alteración de la respiración, ya que las vías respiratorias pueden quedar obstruidas por los fragmentos de hueso, el tejido inflamado, los coágulos de sangre, los dientes desprendidos o los trozos de escombros.

      ¿Qué causa las fracturas faciales?

      Las fracturas faciales durante la infancia tienen varias causas:

      • Caídas
      • Golpearse con un objeto contundente
      • Accidentes con vehículos de motor
      • Enfermedad (un porcentaje muy pequeño)
        • Fracturas de mandíbula

          Las fracturas de mandíbula se producen con mayor frecuencia por:

          • accidentes de coche, bicicleta y moto
          • peleas
          • caídas
          • accidentes deportivos
          • accidentes industriales
          • También pueden ser consecuencia de enfermedades, como la osteomielitis (una infección del hueso), trastornos metabólicos o tumores.

            Fracturas nasales y de pómulos

            Las fracturas de los huesos nasales y de los pómulos pueden ser el resultado de cualquier impacto severo en la zona. Las causas más comunes son:

            • Objetos contundentes
            • Caídas
            • Peleas
            • Accidentes deportivos

            Fracturas de la cuenca ocular

            Las fracturas del suelo de la cuenca ocular se denominan fracturas por reventón. En la mayoría de los casos son el resultado de un aumento repentino de la presión alrededor de la zona del ojo debido a una fuerza externa, como un puño o una pelota de béisbol.

            Todos los huesos que se conectan en la zona del ojo se comprimen, y el sistema de estructuras óseas cede (estalla) en su punto más débil: el suelo de la cuenca del hueso del ojo.

            ¿Cuáles son los síntomas de las fracturas faciales?

            Cada niño puede experimentar los síntomas de forma diferente y varían según el tipo de fractura facial que haya sufrido su hijo. Los síntomas que su hijo puede tener pueden incluir:

            • Dolor
            • Salivación excesiva
            • Dificultad para tragar
            • Hinchazón
            • Maloclusión (engranaje inadecuado de la mandíbula superior e inferior y de los dientes)
            • Decoloración de la piel
            • Deformidad visible de la mandíbula
            • Sangrado de nariz
            • Salud.
            • Dificultad para respirar
            • Laceraciones dentro o fuera de la nariz
            • Desplazamiento visible de la nariz
            • Ruido crepitante al rozar los extremos de un hueso roto
              • Si sospecha que su hijo tiene una fractura facial, busque atención médica inmediatamente.

                ¿Cómo se diagnostican las fracturas faciales?

                El médico de su hijo primero palpará los huesos faciales para descubrir fragmentos de hueso o irregularidades de la cara.

                El médico también puede mirar dentro de la nariz y los oídos de su hijo en busca de coágulos de sangre o secreción de líquido cefalorraquídeo. (Dicha secreción de los oídos podría significar una fractura de la base del cráneo.)

                Las radiografías también son necesarias para diagnosticar una fractura facial y para descartar otros problemas, como la dislocación o la fractura del cuello.

                ¿Cómo se tratan las fracturas faciales?

                El médico de su hijo le comentará las opciones de tratamiento específicas, pero en general es bastante sencillo.

                El tratamiento habitual de las fracturas faciales implica dos pasos, la reducción o «asentamiento del hueso» y la fijación.

                • La reducción consiste en devolver las piezas rotas a su posición correcta. En muchos casos de fractura facial, la reducción puede realizarse varios días después de la lesión, una vez que la hinchazón haya remitido.
                • La fijación es el proceso de mantener unidas las piezas rotas hasta que se hayan vuelto a unir y la fractura haya sanado. La mayoría de las veces, esto significa inmovilizar las piezas rotas.
                  • Fijación de la fractura de mandíbula

                    Muchas fracturas de mandíbula en niños sólo requieren que su hijo siga una dieta blanda durante un periodo de tiempo. A veces, las fracturas de mandíbula requieren una fijación intermaxilar (FMI), que básicamente significa el bloqueo temporal de los maxilares superior e inferior mediante un alambre o bandas de goma.

                    Mientras los maxilares están cerrados con alambre, sólo es posible la alimentación líquida. La duración de la FMI varía en función de la extensión y la gravedad de la fractura. La duración habitual es de tres a seis semanas.

                    Fijación de la fractura nasal

                    La fijación de la fractura nasal suele realizarse mediante una férula externa y, ocasionalmente, taponando el interior de la nariz de su hijo con material blando. Una fractura por reventón puede requerir una cuidadosa exploración y restauración del suelo orbital de su hijo.

                    ¿Cuál es el pronóstico a largo plazo de mi hijo?

                    En general, los huesos rotos de los niños se curan rápidamente con pocas complicaciones.

                    No se asuste

                    Los cirujanos del Programa de Cirugía General del Boston Children’s Hospital entienden lo traumática que puede ser una fractura facial. La buena noticia es que la mayoría de las fracturas faciales en niños se curan con relativa rapidez y sin complicaciones. Nuestro experimentado personal está aquí para ayudar a curar a su hijo y proporcionarle apoyo en este momento tan perturbador.

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