Medicina humana
La sensibilidad de la piel a una fuente de luz puede adoptar diversas formas. Las personas con determinados tipos de piel son más sensibles a las quemaduras solares. Algunos medicamentos hacen que la piel sea más sensible a la luz solar; entre ellos se encuentran la mayoría de los antibióticos de tetraciclina, los medicamentos para el corazón, la amiodarona y las sulfonamidas. Algunos suplementos dietéticos, como la hierba de San Juan, incluyen la fotosensibilidad como un posible efecto secundario.
Particulares condiciones conducen a una mayor sensibilidad a la luz. Los pacientes con lupus eritematoso sistémico experimentan síntomas cutáneos tras la exposición a la luz solar; algunos tipos de porfiria se agravan con la luz solar. Se cree que una rara afección hereditaria, el xeroderma pigmentoso (un defecto en la reparación del ADN), aumenta el riesgo de cáncer relacionado con la exposición a la luz ultravioleta al incrementar la fotosensibilidad.
Medicina veterinariaEditar
La fotosensibilidad se da en múltiples especies, entre ellas la ovina, la bovina y la equina. Se clasifican como primarias si una planta ingerida contiene una sustancia fotosensible, como la hipericina en la intoxicación por hierba de San Juan y la ingestión de biserrula (Biserrula pelecinus) en ovejas, o las plantas de trigo sarraceno (verdes o secas) en caballos.
En la fotosensibilización hepatógena, la sustancia fotosensibilizante es la filoeritrina, un producto final normal del metabolismo de la clorofila. Se acumula en el cuerpo debido al daño hepático, reacciona con la luz ultravioleta en la piel y conduce a la formación de radicales libres. Estos radicales libres dañan la piel, provocando ulceración, necrosis y descamación. La piel no pigmentada es la más afectada.
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