¿Qué son las radiografías?
Las radiografías son la prueba de imagen más común. Permiten a los médicos ver los huesos y órganos dentro del cuerpo de su hijo. Una radiografía es rápida, indolora y segura, sobre todo si se compara con otros métodos para examinar los huesos y los órganos internos.
No queda radiación en el cuerpo una vez que se completa el examen. La radiación es un haz que se envía sólo cuando se enciende la máquina. Los haces de rayos X, una forma de radiación, pasan rápidamente a través de una parte específica del cuerpo y golpean una placa de película especial en el otro lado de esa parte del cuerpo. En la placa de la película se crea una imagen en blanco y negro del interior del cuerpo que puede ser visualizada por nuestros radiólogos pediátricos.
Su hijo no sentirá el haz de rayos X en sí mismo, pero puede sentirse incómodo o torpe por la forma en que debe sentarse, ponerse de pie o mover una parte del cuerpo durante unos segundos mientras se realiza la radiografía. Es importante mantenerse quieto durante la radiografía porque cualquier movimiento puede hacer que la imagen salga borrosa.
Dependiendo de la parte del cuerpo que se esté radiografiando, su hijo también puede tener un delantal pesado hecho de plomo colocado en el cuerpo para ayudar a disminuir la exposición a la radiación en las áreas que no son objeto de imágenes. Si uno de los padres está con el niño en la sala de examen mientras se toma una radiografía, también se le pedirá que lleve un delantal de plomo como precaución adicional contra la exposición al haz de rayos X.
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